Jesús, el mejor tragador. - Relatos Eróticos

Jesús, el mejor tragador.

... todos les decía que no, y los prefería tratar de amigos, me tenian mucho respeto y cada cuanto tiempo alguno me declaraba su amor y hacía su mayor esfuerzo por tener elgo conmigo, eso Jesús parecía desconocerlo aunque ya había sido testigo de algunas peleas que se generaron por mí. Cierto día mostró interés en mí y yo le dejé saber que también me gustaba, sentía que todo ese personaje era pura fachada, realmente era buen chico, un poco desequilibrado y con muchos complejos, pero bueno. Al cabo de varios días empezamos a salir de marera más seria, nos hicimos novios y dos días después ya estabamos a punto de tener nuestro primer revolcón. Una noche iba a dormir a casa de mi mejor amigo, al que por cierto casi no veo desde que le bajé al novio, pero ese fue otro relato que ya conté anteriormente, al final dejaré el link. Llegamos como a las 7 y mientras cenábamos, tocaron la puerta, era Jesús, realmente no sé aún como llegó hasta allá, que era bastante lejos, como dió conmigo, que aunque no lo sentí como nada raro si me generó rabia porque apenas hace dos días de ser novios y ya me perseguía como psicópata, discutimos el tema y realmente me molesté, él me pidió disculpas dicendo que no lo haría más, que sólo estaba celoso y quería estar conmigo, mi amigo lo invitó a quedarse y esa noche sería nuestra primera vez como novios. Al rededor de las 9 nos fuimos a una habitación que compartiríamos con mi amigo, hablamos por buen rato pero en eso me invadió el morbo porque recordaba ...

... las palabras de Adrián diciendo que Jesús fue su mejor polvo mientras estuvieron de novios, y que aunque por motivos difíciles no se hablaban y tomaron rumbos distintos, el sigue recordando esa rica boca que le comía la verga de una forma única y especial. Así que lo besé y nos acostamos en un beso apacionado, mi amigo en cuánto nos vió decidió salirse a ver tv en la sala, nos devoramos como locos, nos ganó mucho las ganas, Jesús tenía una cara demasiado placentera mientras nos besábamos, los ojos se le iban hacia tras, sus pupilas como dilatadas, sus labios húmedos de mi saliba los hacían lucir más carnosos, rojos y sensuales, quería hacerle mil cosas pero también sabía que no estabamos completamente solos ni en un espacio propio. Nos acostamos sin más que esos besos, mi amigo llega y se acuesta pues tenía mucho rato sólo y quería descansar. Jesús y yo estabamos en una colcha en el suelo y mi amigo en su cama pequeña, desde donde bajaba su rostro para incorporarse a nuestra conversación; en realidad nos arruinaba el momentos con sus miradas, porque no podía tocarle las nalgas a Jesús que ya se estaban poniendo duras y calientes. Como no saborear ese cuello, si lo tenia a mi disposición con leves gemidos mientras me decía que quería estar conmigo, que quería que lo penetrara, que queria sentir mi leche, se volvió muy perra y yo gozaba de sólo escucharlo hablar, y ya con la verga muy caliente casi le digo que quería que me le mamara como se la mamaba a Adrián afff. Pero fuera de ...