Jesús, el mejor tragador. - Relatos Eróticos

Jesús, el mejor tragador.

... eso también sería como poner a descubierto a Adrián, así que se lo demostré pero con besos y acaricias, le dije que también lo deseaba, que si mi amigo no estuviese cerca a nosotros, le daba lo que me pedía y más. En poco minutos dejamos de escuchar a nuestro espía. Al cabo de un rato de largos besos y roses me quitó la camisa y lo dejé derretirse entre mi pecho y mi vientre, le confesé que esas zonas son muy delicadas para mí, que esas junto con los talones y pantorrillas me vuelven loco de la excitación, me producen estremesidas si me las besan. Él lo tomó con cierta malicia, y con cara de perra fue desabotonando mi pantalón y bajando el cierre del mismo, se deshizo de ellos lentamente dejandome en pantaloncillos, bajó por mi pierna hasta llegar a besar mis pantorrillas y tobillos por un buen rato. Estaba que explotaba, me generaba mucho deseo y sus ojos parecían salirsele, estaba como drogado mientras me daba placer, Jesús disfrutaba de mi rostro retorcido. Yo, entre el deseo no dejaba de pensar en las mamadas que le daba él a Adrián, y sí parece loco, cualquiera pensaría en las que estaban a punto de darme, pero ese no era mi caso. Se incorpora a mis labios, le deboro los lóbulos de las orejas, sus mejillas coloradas, los leves pelos que le salían de su barba de unos 3 días. Quito su camisa y sin mayor esfuerzo, me ayuda, y continúa con su pantalón, quedando solo en boxer; allí, estando sobre mí, pude tocar mejor su espalda y que una de mis manos se perdiera hasta sus ...

... nalgas, estaban grandes, redonditas, duritas, con mucho vellos, ya que era bastante velludo, nunca había tocado un culito así, todos eran siempre casi lampiños, éste a diferencia tenía bastante vellos, pero no opacaban sus nalgas ni la sensación que se sentía en mis dedos; la debilidad me invadió y dejé ir un dedo hasta su culo, el cuál perforé como por tres ocasiones, para luego llevarlo a mi boca, mojarlo con saliva y volvérselo a introducir, él solo se estremecía con frenesí, y paraba aún más su culito, como dándome permiso de meterle mas dedos,,, dejé ir otro y otro, hasta ya sentir como mis dedos entraban y salían con facilidad, no pasó sino como 5 minutos del mete y saca cuando ya estaba bien baboso su culo, botaba sus fluidos originarios del placer que sentía. De un tirón sacó mis dedos de su baboso culo, y comenzó a bajar hasta mi pequeño pantaloncillo, del cual se deshizo junto con mis boxers para liberar esa bestia que estaba que explotaba, como todos me preguntó cuánto me medía, le dije que no andaba midiendomela, creo que hasta ahora no he tenido la necesidad. La elástica del boxer, la dejó justo debajo de mis testículos, tal cuál como me gusta, porque tengo unos grandes huevos y en esa forma se ven redonditos y bonitos, realmente parecen una manzana de las grandes, sin exagerar. Dejo que tome mi verga y empieze a tragarla suavemente. Afffff!!!. Sólo pude exclamar mientras sentía como se la tragaba toda. Único, realmente Adrián no se equivocó, tenía una manera tan ...