Jesús, el mejor tragador. - Relatos Eróticos

Jesús, el mejor tragador.

... mi pinga. No podía decir palabra alguna, pensaba que era una perra tragona devoradora de vergas, y desde allí del suelo de rodillas me miraba lujurioso, se sentía victorioso, yo quise demostrarle que era su macho para bajarle un poco el ego, y fui yo quién terminé exhausto ante tan excelente trabajo. Lectores, les confieso que mientras escribo este relato revivo ese momento y mi verga se pone a más no poder, durísima, tengo que autocomplacerme. Siguiendo con el relato: deslechada, mi verga no se ponía flácida, la boca de Jesús no lo permitía, y nuevamente iniciaba otra majestuosa mamada, afff. Más y más leche en su boca, y mis piernas ya casi se escurrían solas, se me iban; su boca intacta, sólo restos de semen, pero nada de pudor ni piedad con lo que parecía su deleite, que aunque estando grande parecía diminuta de los semejantes insultos que los labios de Jesús le propinaba. Escupía su cabeza, y ella quieta, sólo se dejaba ser devorada. Mis ojos veían esa escena, una fuerte batalla entre mi verga y la boca de Jesús. La pinga hacía su esfuerzo, pues era nuevo para ella sentir decaer ante un rival, pero esa boca de ensueño era más que una boca, era la gloria, que tragaba quizá la más venosa y jugosa verga que jamás comió. Me dice que quiere verga por su culo y viéndome exhausto me pude que nos vayamos a la colcha, se queda desnudo asegurándose que mi amigo está completamente dormido, se pone boca abajo con su culo expuesto totalmente a mi disposición, ya no estaba tan ...

... cargado de leche pero mi huevos seguían como manzanas y ni hablar del poderoso tubo de hierro. Me le incorporé con suaves besos a sus lóbulos y espaldas, sentía en mi pelvis dististas sensaciones producidas por los vellos de sus nalgas, pero con mi pene a explotar. Su hoyo me hizo un espacio y con la verga humeda, empecé a meterle la cabezita, lento, sólo disfrutabamos, al tiempo que entraba sus gemidos crecían, sólo pensaba en que mi amigo no nos fuese a escuchar, me puse un condón de esos que tienen punticos, que generan sensación en el culo, y empecé a metérselo ahora sí completo. Se volvía un conversador excitado en cada metida, me decía que le bañara el culo con bastante leche, que en la segunda mamada que me dió no boté tanta como en la primera, y que buscara de dejarle el culo tan lleno que no tenga espacio para más, y se le salga, no se porqué pensaba que le echaría un litro de leche en ese hueco tan grande que tenía, y como lo llenaría si teniendo un condón no es muy fácil XD. Al rato luego de gozarme ese culo a mi manera dice que se quiere subir sobre mi, con lo que tomando sus nalgas fuerte con mis manos lo dejo que cabalgue a sus anchas. Con agilidad se movia y parecía q ese gran culo queria tragarse hasta las bolas, lo sacaba y hacia una especie de baile con la punta de la cabeza de mi pinga que me enloquecía; toda una perra en acción. Mientras parecía que era Jesús que cogía mi verga con su culote, yo hacía esfuerzo por reventarselo con movimientos hacia arriba, pero ...