-
El Campamento - Parte 1
Fecha: 08/12/2020, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: CuentoRelatos
... encontrándolo profundamente dormido, con su rostro pegado contra el colchón. Me quedé observándolo por unos segundos, analizando su rostro por primera vez, concentrándome en las pecas marrones que adornaban su nariz y sus labios carnosos que ahora se encontraban entre abiertos, aplastados sobre el colchón. Cristian era muy guapo. Nunca me había percatado de ello. Era muy guapo y con un cuerpo muy sexy. Entonces con la mirada empecé a recorrer su cuerpo y me detuve en su entrepierna, donde aún se podía ver un bulto grande, luchando por mantenerse despierto. Mi piel se puso de gallina nuevamente cuando la idea de tocarlo pasó por mi mente. ¿Realmente sería capaz de eso? ¿Tocarle el pene a mi amigo mientras dormía? Pero en ese momento mi calentura era mucho mayor que mis escrúpulos y no pude resistirme a la tentación. Con suma suavidad empecé a acercar mi mano hacia su bulto hasta posarla encima de él sin llegar a tocarlo, pero tan cerca que pude sentir su calor por sobre la tela de su buzo. Luego de darle una última mirada a su rostro para cerciorarme que seguía durmiendo, bajé completamente mi mano sobre su pene y pude sentirlo con claridad, aún duro y caliente. Con cuidado empecé a masajearlo, acariciando cada centímetro que tenía a mi alcance, tratando de recrear su forma en mi mente usando el tacto. Luego de algunos minutos aquello dejó de ser suficiente… Quería más… quería sentir su calor… su piel… Luego de darle otra mirada a su ...
... rostro, empecé a tirar de su buzo hacia abajo, centímetro a centímetro. Me tomó algunos minutos pero al fin la cabeza de su pene quedó a la luz. Al parecer el muy pendejo no llevaba puesto ropa interior. Sin poder contenerme más metí mi mano y sujeté su pene con suavidad, terminando de sacarlo de su escondite. No podía creer el tamaño que tenía… Con mi mano apenas cubría parte de su tronco y ni siquiera parecía estar completamente erecta. Me sentía súper extasiado con aquel pedazo de carne caliente entre mis manos, derramando sus líquidos sobre mis dedos. Era una sensación increíble. Me pasé varios minutos jugando con su pene en mi mano, recorriendo cada centímetro que tenía a mi alcance, pero pronto eso también dejó de ser suficiente para mí… ¿Y si se la chupo? Nooo… ¿Cómo se la voy a chupar? ¿Y si se despierta? No creo… si no se ha despertado hasta ahora dudo que lo haga si me la meto en la boca… Está muy borracho. Se la chupo sólo un poquito… la cabecita, para saber a qué sabe… Debo aprovechar porque tal vez nunca tenga una oportunidad como esta… ¡Es ahora o nunca! El debate en mi mente no duró mucho. Luego de unos minutos de pensarlo ya me encontraba deslizándome hacia abajo, tratando de moverme lo más lento posible para no hacer ruido y despertar a alguien más. No fue tarea fácil, pero al fin quedé a la altura de su pene y mis ojos brillaron al verlo tan cerca, jugoso y duro, tan apetitoso que me pareció increíble no haberme dado cuenta antes de lo ...