Más allá de una fantasía con mi madre (Cap. 10)
Fecha: 12/12/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos
... que pude, quería todo perfecto, en un momento salía de la cocina con los dos platos de comida, y pude ver a Sofía que me miraba desde su puesto, y tenía sus codos apoyados en la mesa, y su quijada sobre sus manos entrelazadas, a modo de pedestal, tenía las piernas cruzadas y se encontraba ligeramente inclinada hacia delante, como disfrutando que la atendiera.
Serví los platos y la invité a comer, mientras le servía una copa de vino.
—Celebremos, le dije.
—Y ¿cuál es el motivo?, preguntó.
—Nosotros, contesté.
—Perfecto, me dijo, mientras hacía una seña de aprobación y levantaba su copa.
Chocaron nuestras copas y nos dispusimos a cenar, le encantó la comida, y mientras nos servíamos el alimento conversábamos de las novedades que le habían pasado hoy en la reunión de trabajo, yo le contaba lo que hice durante su ausencia.
Brindamos unas veces más y nos reíamos como si fuéramos dos adolescentes enamorados. En ningún momento le mencioné nada de lo ocurrido la noche anterior.
Terminamos de cenar y Sofía se estiró desde su silla como desperezándose, y pude ver como su pecho se extendía como si de una invitación a acercarme se tratara.
—Veo que estás cansada ¿te doy el masaje prometido?, le dije
—Creo que si lo necesito, me dijo, pero vamos para arriba para cambiarme de ropa de una vez. Todo estuvo delicioso, y es muy lindo los detalles que has tenido conmigo, sabes, jamás nadie se había portado así conmigo.
Nos dirigimos al piso de arriba, llevaba ...
... conmigo la música que había preparado ya que Sofía me lo sugirió.
Entramos en su habitación y coloque la música en un pequeño equipo que Sofía tenía en su cuarto, empezó a sonar una canción un tanto movida, no se que hacia allí esa canción, pero ella empezó como a moverse en un sensual baile, al ritmo de la canción. Me invitó que la acompañara.
Bailábamos juntos al ritmo de la música, Sofía se me apegó mas y puso mis manos sobre sus hombros, mientas ella me tomaba de la cintura. Todo era un sueño para mí.
Luego subió sus brazos por entre los míos y puso los suyos alrededor de mi cuello, obligándome a soltar mis brazos de su cuello y que se deslizaran por su espalda hasta su cintura, mientras seguíamos bailando lentamente.
Al verla dispuesta a todo, me enamoraba más. Sofía no necesitaba fingir ser sensual, era algo que se le daba naturalmente en ella.
Apegamos nuestras frentes, y mantuvimos la postura tomada por un momento. Mientras Sofía me decía:
—Sabes cariño, anoche no estaba totalmente ebria, ni tampoco dormida. Pude darme cuenta de uno de tus movimientos, sentí como me abrazabas de la cintura para que no me cayera y percibí tus dudas mientras me cargabas en brazos y subías por las gradas, te lo agradecí sinceramente y por eso te di un beso.
Yo la escuchaba en silencio, mientras manteníamos el ritmo del baile.
—Sentí como me depositabas en la cama, y te quedabas mirándome, quería ver si intentabas aprovecharte de la situación, pero me sorprendiste al ...