1. Mi pequeña hijastra buena y prohibida


    Fecha: 13/12/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    He sido feliz, he amado a mis esposas y he tenido muchas mujeres; pero cuando me detengo a pensar en lo que ha sido más erótico para mí. inmediatamente recuerdo las vivencias que tuve con una de mis hijastras. Recién me divorcié y nuevamente me acompañé, tuve la suerte de conocer a una exquisita mujer con tres hijas. Todas muy menores de edad, a las que ya les faltaba su padre biológico. Las tres niñas estaban muy pequeñas y la mayor tendría séis años. No es cierto que todas las niñas son iguales; ni es cierto que todas van a mostrar igual interés en los motivos sexuales. Unas son frías, otras indiferentes y muy contadas las que son evidentemente muy calientes. Esa diferenciación la noté entre las tres cuando la curiosidad comenzó a invadirme, después que tuve mi primer rose sexual con una de las niñas. Se trataba de la intermedia, que sólo tenía 5 años de edad. Nunca consumé una cópula sexual con ninguna de ellas, porque como lo dije al principio: no a todas les interesaba el tema, y con la que más me inquietó, la respetaba precisamente por ser la hija de una buena mujer. Los sábados por la tarde nos quedábamos en casa por ser uno de nuestros días de descanso. Departíamos como una familia a veces haciendo algo especial, otras oyendo música o bien jugando y enseñándoles a las niñas a jugar y usar la PC. Una de esas tardes pasó algo inusual que les quisiera relatar. Para estar en la casa vestíamos ropas ligeras. Yo me mantenía con un short corto y cómodo, para sobreponerme a ...
    ... los excesos de calor. Igual las niñas, igual mi señora. Pues una tarde de esas me encontraba jugando con los juegos de la PC y con esta niña intermedia sentada en mis piernas. Mi señora decidió salir de compras algo cerca con las otras niñas; pues no tardaría mucho en regresar, y la que estaba conmigo no quería ir, pues prefería quedarse jugando conmigo y la PC. Así esa primera tarde de sábado nos quedamos solos. Noté que esta niña con el juego de la computadora era un poco torpe. Como que no entendía cómo usar bien el teclado. Así cuando me tocó a mí enseñarle, le quité la mano que tenía sobre el teclado y ella la bajó suavemente poniéndola sobre mis piernas. En ese momento la naturaleza lívica de mi persona sintió que había que aprovechar ese momento. Nunca antes había pasado eso por mi mente, pero al sentir su mano posando cerca de mi miembro me hizo sentirme en una situación erótica. Explicaba que me encontraba con ropas menores y sin calzoncillo. Igual ella descansando sobre mi pierna izquierda. A la siguiente oportunidad para explicarle sobre el juego, yo ya me encontraba con el corazón desbordándome de la emoción. Para cuando me tocó explicarle el siguiente paso del juego, le agarré suavemente su mano, se la quité del teclado y la puse con la misma delicadeza sobre mi miembro. ella percibió algo duro y curioso que tenía bajo mi ropa. Alejándose temporalmente su atención del juego, la alcancé a ver por el reflejo de la pantalla del monitor como ella observaba hacia abajo ...
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