1. La seducción de mi esposa


    Fecha: 17/12/2020, Categorías: Intercambios Autor: Eroslifewoman, Fuente: SexoSinTabues

    ... luego bailas una conmigo, ¿De acuerdo? – Por mí, no hay problema – contesté ante la mirada de mi esposa. – Vale – dijo Mónica siguiéndole, pero cogiendo mi mano. Entramos en la sala contigua. Había bastante gente bailando, tanta que tenías que juntarte un poco para poder estar cómodo. – ¿Qué queréis tomar? Ahora os invito yo – nos preguntó Iván. – ¿Mónica, otro Mojito? – le preguntó. – No gracias, beberé de la tuya – contestó ella dirigiéndose a mí. Mi esposa me miró. Era evidente que estaba bastante afectada por el alcohol aunque ella intentaba disimularlo como podía. Yo tampoco andaba muy fino, pero tenía más aguante que ella. Iván, trajo dos mojitos y me dio uno a mí. Poco después, comenzó a sonar un tema de Romeo Santos, y dejó el suyo en la barra. – Vamos – le dijo a mi esposa. Cogiendo tan sutilmente a mi esposa de la cintura, hizo que ella lo acompañase hacía el centro de la pista sin darse cuenta. Los observé durante unos minutos, mientras caminaba Iván bailaba de manera muy rítmica. Desde allí me hizo un gesto sugiriéndome que los acompañase. Yo dejé mi mojito y fui también. Este tío sabía moverse y sabía mover a su pareja. Mi esposa no había bailado nunca de esa manera, la manejaba con seguridad, pero también con ritmo y sensualidad. Sus manos posadas en las caderas de Mónica hacían que ella también se moviese a su compás. Él con sus brazos y sus manos conducía los movimientos de mi esposa, todo a ritmo de salsa. Nos colocamos en una zona un poco mas reservada del ...
    ... local, detrás de unas columnas en una de sus esquinas. Allí ellos dos continuaron bailando y yo me separé unos pasos para observarlos. Iván se colocó detrás de ella. Puso sus manos sobre los hombros de mi esposa y las fue deslizando hacia abajo acariciando sus brazos desnudos. Eran caricias suaves que hacían que Mónica entornase los ojos y disfrutase del momento, parecía como cuando acaricias a un gato y ronronea. Me fijé que se le habían puesto los pezones duros, y no era por el aire acondicionado. Poco después Iván y mi esposa se me acercaron y ella me abrazó por el cuello. Iván volvió a colocarse detrás de mi esposa, pero esta vez más arrimado, tanto que de seguro ella tuvo que notar algo. Yo la cogí por la cintura e intentaba seguir los movimientos rítmicos de los dos. Ella me miraba, noté que en su mirada había mucha excitación y ansiedad. Mi esposa me besó, mientras duraba ese beso Iván se acercó de nuevo a mi esposa presionando su cuerpo contra el suyo. Comenzó a acariciar sutilmente su cintura. Mi esposa seguía mirándome y besándome de nuevo. Era evidente que Mónica notaba en su trasero la polla de Iván queriendo salir, pero no dijo nada. Una mirada, un beso, unas caricias de Iván. Iván acariciaba el contorno de la cintura de mi esposa y de vez en cuando bajaba poco a poco por sus caderas. Cuando subía sus manos arrastraban hacía arriba el vestido dejando al descubierto parte de las piernas de mi esposa. Ella seguía mirándome a mí. En el tercer o cuarto beso intenso, ...
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