Favor, se paga con favor. No fue un favor sexual, fue un acto de amor
Fecha: 17/12/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos
Este relato reúne las vidas de dos desangelados, en un particular momento, conjugar en él sus carencias, vía de escape a la rutina, insatisfacción sexual y espiritual de Daniela (Danu) y Patricio.
Patricio amigo, de Danu y de su esposo, Luis, recibe en su móvil el mensaje de texto de ella para encontrarse con él. Luego de dos años sin contacto se aparece ella queriendo verlo, y por esas cosas de la casualidad causal casi estaba a la puerta de la cafetería consignada en el mensaje del móvil.
Mientras se acercaba a la mesa tuvo tiempo de poder admirarla, estaba tan bonita como siempre, más que antes, los cuarenta años le habían sentado de maravilla, serena belleza, relajada, más atractiva y sensual, el breve trecho acortó sus reflexiones decididamente eróticas.
– ¡Hola! -¡Hola!, respondió ella y le acercó la mejilla para el beso.
Ese contacto bastó para activar la memoria emotiva de Patricio, como el destello de un flash pasaron mil imágenes de ella, a cuál más sensual, tomó asiento y pidió al camarero: - ¡Dos exprés!, tiempo para ordenar sus pensamientos por el delicioso e imprevisto shock del encuentro.
Ponderó lo bien que la veía, bonita y atractiva como siempre, -¡tanto tiempo sin verte!.
- No ha sido mi culpa, recuerdas, has sido tu quien dejó de visitarnos.
- Bueno, sí claro fue… - Entonces, ¿qué fue?, lo apuró con la pregunta.
Acorralado, contra las cuerdas, bajó la guardia, ella espera respuesta, no tuvo otra alternativa que decir la verdad, su ...
... mano tomando la de ella, comenzó a decir:
- Verás, allá lejos y hace tiempo, era bienvenido a tu casa y a la amistad de ustedes…
- Lo sigue siendo, interrumpió- Perdón continúa…
- Bueno…, aprieta un poco más la mano de Danu, sucedió una noche, después de la cena, tal vez incentivado por unas copas de más, Luis me hizo ver que no era de su agrado la forma en cómo te miraba…, que estaba seguro que tras esa amistosa mirada había codicia por la mujer ajena y que no estaba dispuesto a tolerarlo, menos aún en su presencia. No era lugar ni ocasión para discutir, tener un altercado, hacerlo era darle entidad al tema. Esa, fue la causa y razón del alejamiento, elegí la exclusión voluntaria de tu casa...
Aprovechó la circunstancia para bajar la mirada haciendo que revolvía el café, bajar la vista, ocultar la realidad a los ojos de Daniela fue la confirmación. Ella, perspicaz como siempre, supo captar la verdad que oculta el silencio del hombre, ahora su mano cubre la de él, pregunta sobre la pausa: - ¿La sospecha era cierta? –Bueh… simula no haberla escuchado.
- Sonríe, ¡el que calla otorga!, sentencia, vuelve a sonreírle, aprecia y valora saberse deseada por un hombre, sobre todo por él, máxime porque le gusta.
Ambos saben que se entendieron sin decir mucho, la prudencia calló lo evidente, el silencio lo explícito, el calor de sus manos va más allá de un amistoso contacto, casi podría decirse que está siendo el prólogo de algo más.
Vamos al motivo de tu llamado, le ...