Mi hermanito es mi hijito
Fecha: 21/12/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Moncho2000, Fuente: SexoSinTabues
Mi hermanito es mi hijito. Hola, soy un chico del DF, moreno, buen cuerpo, tengo 26 años y de lo que les voy a contar pasó cuando tenía trece. En aquel entonces mi papá trabajaba de albañil pero, comenzó a beber hasta el punto de que tenía que irle a buscar a la cantina y traerlo casi a cuestas a casa de lo pedo que andaba y mi mamá me ordenó que le acostara en el sofá ya que no quería dormir con él. Por culpa de las borracheras de mi papá, mi mamá enfermó con una depresión tan fuerte que los doctores le recetaron un revoltijo de antidepresivos con unas pastillas para dormir que la dejaban como nockeada en la cama. Yo tenía que lavar los trastes, trapear el suelo y por la noche recoger la ropa sucia para meterla en la lavadora. Una vez, al meter la ropa sentí un olor muy penetrante que salía de dentro de la lavadora. Busqué y vi que el olor era de unos calzones rosas de mamá. Era un olor tan apestoso que acerqué a la nariz y comencé a oler los calzones. El olor provenía de una manchota bien espesa y amarilla que estaba pegada en la parte de la tela que cubría la panocha. El olor era tan penetrante y rico que, sin pensarlo comencé a pasarle la lengua a esa espesa y olorosa mancha. Era tan viscosa que la recogí fácilmente con la lengua y al entrar en contacto con el paladar, mi boca en ese momento comenzó a saber a la panocha de mi mamá. En ese momento, sin saberlo me estaba haciendo adicto a los fluidos vaginales de mi mamá. Lamí sin parar aquella espesa mancha hasta que ...
... apareció una manchita de caca que estaba escondida debajo de tanta secreción. No me aguanté más y me hice una chaqueta encima de aquellos calzones rosas. La espesa mancha que ya había desaparecido en mi boca, en su lugar la dejé con abundante lefa. Normalmente suelo echar mucha lefa cuando me vengo pero esta vez estaba tan caliente que mis huevos aventaron un chingo. Durante algunas noches se repitió la misma escena, incluso me llevé los calzones a la cama para lamerlos y así, al día siguiente al ir a clases impregnado en mis labios y paladar el olor de la panocha de mi mamá. Incluso algunos amigos me cotorreaban diciendo que olía bien raro. Yo estaba todo el rato con la verga tan dura oliéndome a mí mismo que me hice más de una chaqueta en los baños. Una noche, le di a mi mamá doble ración de la medicina para dormir. Con tanto medicamento estaba tan apendejada que ni siquiera se dio cuenta. Luego fui a la cantina a buscar a papá y traerlo a casa. Estaba como siempre, bien pedo y al ponerlo en el sofá, ni siquiera se daba cuenta de que le dejaba en truza cubriéndolo con una colcha. Roncaba tan fuerte que había noches que yo no podía dormir. Pero esa noche ese ronquido era música celestial. Fui a la recamara de mi mamá, ella estaba durmiendo. Llevaba una bata muy transparente y apenas se tapaba con las sábanas. A través de la bata pude ver sus calzones rojos. Me excité tanto que no me dio miedo acercarme a ella. Su ronquido era dulce y su rostro placentero. Entonces la llamé, la ...