1. Mi hermanito es mi hijito


    Fecha: 21/12/2020, Categorías: Incesto Autor: Moncho2000, Fuente: SexoSinTabues

    ... recordaba como perdí la virginidad con aquella hembra tan especial. Al día siguiente muy temprano oí a mamá gritar y cuando me asomé, la vi llorando y echando a papá de su recamara mientras le gritaba, pendejo me cojiste de noche bien borracho y encima lo dejaste dentro. Él le pedía perdón y le decía que no se acordaba de nada. Mi mamá me miró y gritándome me dijo que a partir de ahora, por las noches tendría que vigilar a papá para que no volviera a meterse en su cuarto. Pasaron dos días y todo se calmó. Por la mañana cuando estaba en el baño vi una caja de tampax de mamá, leí el instructivo y se me encendió el foco. Después de clase fui a la farmacia y pedí una caja de tampax super absorbentes. Por la noche cuando después de haberle dado doble dosis de medicina para dormir a mamá. Agarré los tampax y mi toalla. Entré en la recamara de mamá y ella estaba roncando plácidamente. Me acerqué a ella, le di unas cachetadas y ni siquiera hubo el más mínimo movimiento en su rostro. Entonces la moví fuerte y tampoco hubo respuesta. Le quité las sábanas y le abrí la bata. Volví a verle sus redondos senos duros pezones. Mamá llevaba unos calzones beiges y al abrirle las piernas un poco, sentí su olor, ese olor que me hechizó y que era como el aire que necesitaba para respirar. Le di unos besos en sus pezones y ya con la confianza de haberla hecho mía, le bajé los calzones y coloqué mi toalla debajo de sus nalgas. Le abrí las piernas para ponerme en medio y ya sabiendo como colocarme ...
    ... encima, acerqué la punta de mi dura verga a su panocha. Esta vez mi verga sabía perfectamente donde estaba la entrada y metiendo la punta, lentamente la fui introduciendo mientras volvía a experimentar todas las sensaciones que mamá me seguía regalado. Cada centímetro de verga que entraba era un universo de placer. La carne de mi verga y su cavernosa vagina se convertía en un sentimiento de gozo. Era bien rico sentir el avance de mi verga dentro de mamá. Cuando se la metí toda, su pelvis y la mía acabaron por fundirse. Su cuerpo y el mío eran uno. Algo nuevo surgió ya que comencé a darle besos en los labios, sentía su respiración dentro de mi boca. Sus pezones producían un especial estremecimiento al contacto con los míos. Realmente nuestros cuerpos se habían fundido en uno solo. Mamá me había hecho nuevamente otro regalo que marcarían mis relaciones sexuales con otras mujeres. El placer era intenso y me vine sin oponer resistencia. Comencé a verter toda mi leche dentro de ella, mi pelvis, mi verga y hasta mis huevos se estremecían en cada contracción junto con todo mi cuerpo. Eran como descargas eléctricas tan intensas que no parecían tener final. Todo mi ser se vibraba en cada contracción. Después de interminables contracciones, dejé de verter lefa en su interior. Me quedé quieto dentro de ella mientras le besaba delicadamente en sus carnosos y suaves labios. Eso me produjo otra nueva sensación; la de sentir algo especial por la otra persona, por la hembra que estaba haciendo ...