1. Berenice causa de mi locura


    Fecha: 21/12/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos

    ... permanecer solo. Sin embargo, si tenía curiosidad de conocer a mi hija. Me asaltó la emoción de tal forma que no pude dormir del todo bien esa noche. Imaginando uno y miles de rostros con quien familiarizar a mi hija. El día siguiente llegó, y contrario a mi costumbre, me levanté un poco tarde. Me bañe y afeite de prisa, debía salir hacia el aeropuerto y se había hecho tarde. Llegó la hora de arribo y me puse nervioso miré desfilar bastante gente y esforzaba mis ojos por reconocerle de pronto me sentí molesto, pues realmente no sabía de quien se trataba, casi al final del desfile, distinguí a lo lejos una figura femenina esbelta y muy bien formada. Conforme fue acercándose, mi expectación cayo como roca al precipicio. Berenice era la viva imagen de su madre. Su pelo lacio, rubio, largo hasta más allá de los hombros. Su rostro era un poco más rosado que el de su madre. Pero por lo demás idénticas. De pronto sus ojos me enfocaron primero seria, después su hermosa sonrisa y sus nuestra s de gusto al verme y pensar que yo era su padre.
    
    —¿Berenice?
    
    —si… pa…pá.
    
    —si.
    
    Quedé mudo y quieto fue ella quien me abrazo, sentí su corriente de energía impregnarse en mi cuerpo.
    
    —Perdona…la falta de costumbre.
    
    — ¿tienes alguna duda?
    
    —ni una sola, eres igualita a tu mamá.
    
    —Quiero saber mucho de ella ¿podrás contarme?
    
    —espero saber cuándo menos lo que tú quieres saber.
    
    Jamás imagine lo grato que sería estar cerca de Bere, mantenía mi vista fija en la carretera, ...
    ... apenas volteando a verla, la imagen fresca de Berenice puso a mi amor cerca de mí, después de mucho tiempo. Amelia había reencarnado en nuestra hija, de pronto recordé el tiempo en que vivimos tan felices, cuando llenos de pasión terminábamos haciendo el amor en mi departamento. Me pareció verla retorcerse entre mis brazos cada vez que penetraba en su más íntimo rincón, su rostro embelesado con sus ojos cerrados gimiendo al compás de mis estocadas. De súbito abriendo las ventanas de su alma mirándome con esa mirada tan tierna que tanto me gustaba. Sentí que mi vista se nublo y frené temeroso de no estar conduciendo atento. Sobresaltada Berenice me pregunto;
    
    —¿pasa algo?
    
    —he…no. Creí ver que algo se atravesaba.
    
    Llegamos a mi isla cuando la tarde empezaba a caer. Teníamos tanto que decirnos y sin embargo el trayecto a casa fue en silencio. Compré algo de comida rápida en el trayecto y comimos. Para la cena Berenice se empeñó en cocinar algo tenia algunos pescados y los preparo debo confesar muy sabrosos. Quizá el hecho de que hayan sido preparados por una mujer fue lo que más le agradó a mi estómago. Terminada la cena Bere lavo los trastes y yo le ayudé a secarlos, mientras charlábamos me conto lo de su matrimonio y lo mal que este había terminado, me sentí apenado por ella después de todo ella no tenía culpa. Por fortuna había más de una recamara en casa, le indique a Berenice cual sería la suya y después de asear mis dientes me fui a mi cuarto. La luz del buro me ...
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