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En la biblioteca pública
Fecha: 22/12/2020, Categorías: Gays Autor: Pidroso, Fuente: SexoSinTabues
... los cuartos. Como Riqui se entre giró hablándole, optó por colocarse en el de su izquierda. - Joder, estaba que me desorinaba vivo jejeje. ¡A puntito de estallar! - Es el frío, que da más ganas de mear jajaja - El frío y la caña que me he tomado hace un rato jejejeje - Jajajaja, eso también, desde luego. Se hizo el silencio entre ambos con lo que el sonido de las meadas contra la loza de los urinarios pasó a substituir a su conversación. Pedro nunca había sido de ligotear en los baños, pero estar meando al lado de Riqui se la estaba poniendo un poco morcillona. Se concentraba en su propia micción para no caer en la tentación de ver de reojo la polla del chaval. - Jejejeje estoy pensando en tu cuento, que bueno lo de la mamada jejeje - Si… bueno… imaginación no me falta… - Tío, es pensarlo y se me pone dura dura… ¡mira!… ¡no te miento! jejeje Pedro se encontró girando su cabeza y mirando directamente al rabo de Riqui que efectivamente estaba totalmente tieso. Casi se cae de espaldas al ver la polla del chaval; era un rabazo muy, pero que muy apetecible. Serían unos 17 o 18 cm, grueso de piel blanquita, venoso y coronado por un capullo rosado que hicieron que inconscientemente se pasase ligeramente la lengua por sus labios mientras tragaba un poco de saliva por los nervios. Riqui lo miró fijamente y guiñándole un ojo se dirigió al retrete de discapacitados con la polla tiesa y dejando la puerta abierta. Pedro se había empalmado también, su polla no era nada del otro mundo, más ...
... bien tirando a pequeña, 13 o 14cm, de piel muy morena y con el capullo más oscuro que el del chaval. Por pudor se la guardó sin subirse la cremallera y se dirigió lentamente al retrete. Tenía el corazón bombeando a mil por hora. Se asomó a la puerta abierta y casi se corre con sólo ver a Riqui sentado sobre la tapa del inodoro, con los pantalones y gayumbos por los tobillos, las piernas abiertas, pies juntos, ofreciéndole totalmente su erección. Entró en el cuarto y cerró la puerta con el seguro. Riqui le sonreía y lo miraba de una forma muy lasciva. Se dirigió hacia él arrodillándose con la intención de tragarse ese sable que tenía delante. Riqui se lo impidió agarrándole la cabeza y plantándole un morreo que descolocó un poco a Pedro. Asumía que ese chaval tuviese ganas de una mamada para aliviar la tensión, pero lo que le desconcertó realmente es que fuese él quien buscase su boca para comérsela entera. Ciertamente era un chaval con una mentalidad más abierta de lo que suponía, mucho más abierta. Mientras estaban morreándose Pedro acarició las gordas bolas de Riqui, subiendo hacia la polla para comenzar a pajearla. Seguía con el corazón acelerado pero disfrutando con los roces de la lengua del chaval contra la suya. Pajeándolo con la mano derecha, le metía la izquierda por el interior de su camiseta acariciándole sus musculados abdominales y las tetillas. Riqui dejó de morrearlo para subirse la camiseta y pasársela por detrás de la cabeza, dándole acceso con ello a todo su ...