1. Claudito y su tío Roque (2)


    Fecha: 22/10/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... ese bulto bajo el calzoncillo.
    
    El hombre ya estaba junto a su sobrino, que seguía sentado a la mesa donde abundaban libros y apuntes.
    
    -Vamos a seguir lo que tu mamá interrumpió, sobrino… -le dijo el hombre con voz algo enronquecida.
    
    El chico temblaba con las manos de su tío Roque en ambas mejillas.
    
    -Parate, Claudito. –y Claudito se paró. Las piernas le temblaban de miedo y excitación y en ese estado de ánimo se dio cuenta de que la forma de seguir adelante era dejarse conducir por su tío, otorgarle el control de la situación, obedecerle.
    
    -Sacate la ropa, Claudito.
    
    -Sí… sí… sí, tío… -y el chico se desvistió con movimientos nerviosos ante la mirada ardiente del tío Roque, cuyo pene iba abultando cada vez más el calzoncillo.
    
    Por fin el cuerpo del chico se exhibió sin velos y entonces el hombre se deleitó con esa belleza tan apetecible, con esas piernas largas, de muslos bien torneados, más mórbidos que musculosos y cuando le ordenó a su sobrino que se diera vuelta pudo admirar el culo respingón, redondito y carnoso.
    
    -Mirame, Claudito.
    
    El chico giró sobre sí mismo y venciendo su vergüenza miró al hombre a la cara, aunque no se le escapó la notoria erección que su tío evidenciaba.
    
    -Vení, sobrino. –y el chico fue hacia su tío con la cabeza gacha y las mejillas ardiendo.
    
    -Sacame el calzoncillo.
    
    Luego de una fugaz vacilación el chico se aplicó a la tarea y tuvo que arrodillarse para quitar totalmente la prenda. En esa posición escuchó la ...
    ... orden:
    
    -Vas a chupármela, Claudito… Quiero una buena mamada antes de que te la dé por el culo.
    
    -Ay, tío… murmuró el chico temblando entero al punto de que le costaba mantenerse sobre sus rodillas.
    
    El tío Roque empuñó la verga con la mano derecha y la fue dirigiendo hacia la cara de su sobrino. Era un pedazo de dieciocho centímetros por tres y cuando Claudito la miró sus ojos se agrandaron al máximo.
    
    -Abrí la boca, Claudito. –exigió el hombre y su sobrino obedeció como un autómata, casi en estado hipnótico y ardiendo de calentura y deseo de esa verga que palpitaba dura a centímetros de su rostro. Abrió la boca y sintió ese ariete entrándole despacio, dándole tiempo a paladear su sabor, a regodearse con su textura. Cerró los ojos y comenzó a sorber, a lamer recorriendo con su lengua desde el glande hasta la base una y otra vez, para luego volver a chupar.
    
    -Mirame… -pidió el tío Roque y el chico alzo la vista hasta el rostro del hombre, que se veía arrebatado.
    
    -Qué bien lo hacés, Claudito… ¿Seguro que no estuviste antes con un hombre?
    
    Claudito interrumpió la mamada y contestó algo ofendido ante la duda de su iniciador: -¡No estuve con nadie, tío!... Usted es el… el primero…
    
    -Entonces tenés un talento natural como putito. –dictaminó el tío Roque y emitió una risita.
    
    -Bueno, volvé a chupar… -y Claudito siguió chupando y lamiendo hasta que su tío le sacó la verga de la boca cuando ya brotaban algunas gotas de líquido pre seminal.
    
    -Quiero acabarte en el culo, ...