Crónicas del hombre más feliz del mundo
Fecha: 31/12/2020,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: lucas1272, Fuente: CuentoRelatos
... déjame porfabor! ¡Para!
Mi pene estaba a estallar, pero soy hombre de palabra. Me volteé para subirle más la falda, y poder relajarla, me senté un momento en su pecho, sentía sus pezones hinchados en mis pelotas.
-no puedo respirar, quítate porfabor.
-de acuerdo hermosa, solo disfruta y relájate.
Me apoyé de rodillas y agaché mi rostro hasta su pelvis, olfateé como si fuera un perro con su comida, lento, muy lento empecé a lamber en círculos su clítoris, ella se movía desenfrenadamente pero sin poder hacer mucho, empezó a arquear su espalda lo que hacía de nuevo que mis pelotas pegarán con su pecho. No me rendí y lambí más fuerte y más rápido, ella se movía más… pero no gritaba. Así que me volteé furiosamente hacía su rostro, agarré le abrí la boca y le metí mi pene hasta la garganta cuidando con mis manos que su boca no cerrará
-¡te dije que si te callabas te la iba a meter!
Podía ver sus ojos llorosos, su garganta empezó a desechar jugos gástricos, sentía mi pene tan caliente así que empecé a mover mis caderas, rápido, mis bolas le golpeaban su barbilla, pero sabía que si seguía la ahogaría así que paré y esperé a que se tragara su vomito con sabor a mi carne para que pudiera respirar. Cuando por fin recupero el aliento se mantuvo callada unos momentos
-¡Te dije que gritaras!
-¡no porfabor! No, ya no más, que eres, porque no te puedo ver.
-soy dios, vine a llevarte al cielo, solo déjate querer mi ángel hermoso
Necesitaba pajearme un poco porque ...
... si no explotaría mi pene, así que me senté delante de su vagina y mientras me pajeaba, le tocaba su clítoris con los dedos de mis pies, ella no dejaba de moverse, simulando que no quería y gritaba la misma palabra solo para hacerse creer que no quería que la follará.
-tú no eres dios, que quieres de mi porque haces esto.
-no lo soy, ni tu un ángel, ¿eres imbécil o qué? Es obvio lo que quiero, violarte hasta que me digas que te gusta
Siempre me molestaron las preguntas tontas, quería penetrarla ya pero no paraba de gritar, así que no había de otra, le dije que si gritaba le pellizcaría los pezones.
-¡no no no no!
Empecé a tirar de sus pezones hacia arriba, sus tetitas parecían conos, parecía que se les despegarían de su pecho
-¡noooooooooo! ¡¡¡Ya para!!!
Procedí a retorcer sus ya morados pezones. Y ella solo se mordía los labios hasta sangrar, ya lo había entendido.
-te dije que gritarás!
Pero ella solo temblaba, lloraba, su boca estaba cerrada, sus labios color rojo sangre, era tan bella.
La agarre del torso y la coloque hacía debajo de la cama; su espalda era tan exquisita, era una diosa echa carne, y ahí estaba: su carnoso culo, el causante de todo mal.
Baje mi cara solo para verificar que no estaba soñando, agarre una nalga con cada mano, lo apreté tan fuerte que pude verificar, no era un sueño, lo abrí de par en par solo para ahogarme del rico olor de su culo. Escupí en la entrada, abrí mis piernas lo suficiente y de una sola estocada, le ...