Mis Primas
Fecha: 21/01/2021,
Categorías:
Intercambios
Autor: orestes santoyo, Fuente: CuentoRelatos
... que siempre! Al tiempo que giraba su cuerpo como ofreciéndome la oportunidad de que lo constatara.
Mi mano izquierda, tímidamente inicio el recorrido por sus muslos exteriores, hasta que la detuve entre la tela de su braga y el inicio de la redondez de su trasero firme y macizo.
Mi erección dio un brinco, ahora era yo el que impulsando el movimiento disfrutaba el contacto con su media nalga, ya no era yo aquel chiquillo de esos años, mi primera experiencia sexual la había cumplido a los doce años con una mujer casada de 23 años que fue lo suficientemente tierna y hábil como para obtener de mí el máximo placer al tiempo que me enseño como debía amarse, acariciarse y poseer el cuerpo de una mujer nuestra relación duro más de dos años hasta el momento que quedó embarazada y tuvo que cambiar su lugar de residencia. (Ver los relatos de la serie Esta es mi historia donde cuento el desarrollo de mis experiencias sexuales).
Créanme que el viaje de cinco horas hasta Acapulco, se nos hizo corto, con mis manos hice gozar a mi prima Martha más de tres veces, acariciando su entrepierna hasta que empapo sus bragas y yo sentía subir su fuerte olor de hembra. En correspondencia ella recibió mi derrame entre sus maravillosos muslos después de masajear con la presión adecuada por más de una hora.
Me sentía incómodo, mi prima Martha, termino de ponerse sus pantalones ya con la puerta de la camioneta abierta, dándose cuenta de mi turbación, al salir me abrazo y me dijo al oído, ...
... -¡Calmado primito! Aun no pasa nada, apenas empezamos.
Cuando Diana bajo de la camioneta, también me abrazo y aunque se veía somnolienta, se acercó y me dijo: -Traigo las piernas molidas, a mí me debes un masaje como el que le diste a Martha, -¡Pero no le des con la misma crema! Se apuró a decir Martha sonriendo al tiempo que me sentí atrapado en algo que parecía un juego bien planeado entre ellas.
Mi tío y tía, hicieron los arreglos para el hospedaje y de inmediato bajamos el total del equipaje con tal de tener más tiempo para llegar a las playas
Dadas las características de la Posada que nos recibió, me correspondió una habitación en el tercer piso, las muchachas quedaron en un cuarto para ellas en el segundo piso y mis tíos junto con otras personas quedaron en el primer piso donde colocaron camas adicionales para los menores, de inmediato nos cambiamos para ir a la playa distante solo unos cien metros.
Salimos en grupo, no pude hacer ningún comentario ya que mis tíos estaban presentes pero la verdad ambas primas se veían fabulosas en los trajes de baño de color verde eléctrico, ambas podían presumir de unos traseros majestuosos que solo cubrían media nalga ya que eran del tipo brasileño, mi tía les comento si habían venido con la intensión de conseguir pareja, a pesar de que contestaron negativamente, ambas voltearon a mirarme y guiñando un ojo casi a la par, Martha incluso remojo sus labios pasando la lengua sobre de ellos en una forma muy provocativa.
El día ...