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Ya soy el puto del equipo (V)
Fecha: 23/01/2021, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
Abelardo y yo sesionando con el entrenador. Habíamos sesionado toda la tarde, como siempre, habíamos tenido la charla del entrenador, los errores repetidos, lo que debíamos corregir, nos animaba a dar mayor rendimiento, etc., estas charlas siempre me han gustado, nuestro entrenador comenzaba por lo peor de todos en su conjunto, luego pasaba lo peor de cada uno que afectaba al equipo, pero siempre concluía, después de proponer cómo debíamos de trabajar, en animarnos con lo mejor del equipo y de cada uno. Siempre me pareció muy instructivo y no se vislumbraban odios, rencores o rencillas, sino estímulo para mejorar Luego había ejercicios, más ejercicios de calentamiento, esto me parecía necesario pero aburrido. Lo más divertido del calentamiento es cuando nos dejaba sueltos y nos poníamos a hacer el idiota aunque siempre con la pelota en los pies. No nos dejaba relajarnos ni disimuladamente con estiramientos excesivos, sino que se mostraba exigente y creativo. Los ejercicios obligatorios era lo más pesado, pero también el objetivo del entrenamiento. Los ejercicios eran progresivos, muy técnicos y de cara a la eficacia en el partido. Lo que a mí me sacrificaba es cuando venía el momento de mi humillación, los goles desde todas partes, acababa siempre con dolor de cabeza. Si con medio campo todos estaban jugando contra mí, yo no podía distraerme. Eran dos equipos, un portero, todos con la misma portería. Se colaban el 80% de las bolas pateadas. A todos había que decir ...
... defiéndela y todos querían marcar gol. Ahí sudaba más la camiseta que en un partido real. Luego venía la calma, estiramientos más largos, serenidad en los ejercicios, etc. Pero ese día me envió con Abelardo a la otra mitad del campo para que hiciéramos entre los dos estiramientos ayudándonos y como jugando. Abelardo se puso feliz por esto, ya que iba a poder tocarme cuanto quisiera, pero yo vislumbré que se cernía una nube por el horizonte, que podía ser buena o de mal presagio. Luego vimos que todos se iban e hicimos ademán de marcharnos, pero el silbato desesperado del entrenador nos frenó en mitad del campo y nos llamó que nos acercáramos a él. Cuando llegamos, lo primero es que nos abrazó a los dos como quien nos animaba. Nos dijo luego: — Este sábado os enfrentáis al Ventura CF. Tenéis que saber que es un equipo difícil y duro. No puedo hablar de esta estrategia con todos porque la comentan y eso es como poner el culo a disposición. El objetivo es que tú, Abelardo metas dos goles al comienzo del partido, métete eso en la cabeza, y luego que no te duermas. El segundo objetivo es que tú, Doro, no te despistes ni un ápice, quiero un partido a cero, eso significa que tienes que seguir la pelota sin perderla de vista. No lanzarán por alto, saben que eres bueno; sus golpes serán traicioneros, rastreros, a nivel. ¡Quiero que te rompas las costillas y vayas por la pelota y no permitas que te la golpeen cerca de puerta, amárrala bien y que no escape. Y continuó: — ...