1. Ya soy el puto del equipo (V)


    Fecha: 23/01/2021, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... hablábamos, perdone, Mr. Vilhjalmsson, —dije quizá motivado por el cansancio.
    
    — Está usted casado, Mr. Vilhjalmsson, —preguntó Abelardo.
    
    Se puso de pie, mostrando toda su pollaza y dijo:
    
    — Eso ya no se lleva, muchachos, ¿qué mujer aceptaría un hombre con esta polla tan trabajada? Esto es solo para machos y muy machos. La primera chica que me vio siendo yo jovencito se fue corriendo, desde entonces que no, que no he tenido sexo con mujeres.
    
    — ¿Y con hombres?, —pregunté-
    
    — Doro, tú me has mirado y te ha entrado el pánico, Abelardo se ha horrorizado…, solo un par de veces me he encontrado a machos dispuestos a tragarse esta polla.
    
    — A mí me gustaría, míster…, —dije con cierto recelo.
    
    — Yo solo darle una buena mamada y no completa, eso no cabe en mi boca, —dijo Abelardo haciéndose el hombre, pero con horror.
    
    — No os he traído para violaros, ni por tener sexo, pero sé que sois buenos amigos y me gustaría ver qué sabéis hacer y qué podríais hacer conmigo, sin obligación, —dijo muy osado Mr. Vilhjalmsson, con no menos humildad y sin exigencias.
    
    Pero a mí me entró el gusanillo y pensaba qué podría ocurrir si me dejaba follar por la pollaza esa que le colgaba, ¡menuda tranca! del míster. Podría entrar, y todo lo que entra sale, podría no entrar y sería una decepción, pero más decepción sería el miedo. Pensé para mis adentros: ˝Doro, tú querías pollas, esta es descomunal, pero será difícil que encuentres semejante oportunidad en toda tu vida, ¡anímate y ve ...
    ... por ella!˝.
    
    Mr. Vilhjalmsson seguía de pie y nosotros hundidos dentro del agua con las rodillas dobladas y las pollas enhiestas. Yo miraba la pollaza de Mr. Vilhjalmsson, doblada casi por la base, colgando totalmente humillada y acabando con el glande amoratado con una franja blanca junto al anillo a la altura del centro de la rodilla, que al menor movimiento se movía como el badajo de una campana a derecha e izquierda, pero que ya se estaba golpeando a sí misma con ligeros movimientos hacia adelante y hacia atrás, creo que motivados por mi modo de mirarla, pues yo tenía la boca llena de saliva y la miraba con ávidos y aviesos deseos, lo que no pasó desapercibido para Mr. Vilhjalmsson.
    
    Me incorporé poniéndome de pie, adelanté hacia el míster, me senté al borde del jacuzzi que es ancho y agarré aquella polla con mis manos sopesándola y acariciándola. No pude calcular su peso, pero sí su apetencia. Por el costado veía a Abelardo absorto mirándonos, sobre todo mirando el culo del míster, que tampoco estaba mal. Arrimándome a la pared me fui hundiendo en el agua, doblando las rodillas hasta que tocaran suelo y quedé con mi rostro frente al trancazo del míster. Cuando iba a meterla en mi boca, vi que se acercaba Abelardo y se colocó junto a mí igualmente de rodillas y ambos comenzamos a besar, lamer y chupar aquella polla por partes. Había polla para los dos y pudimos ver cómo la íbamos enderezando. Nos estábamos animando al ver el efecto de nuestras mamadas y la polla se puso ...
«1234...»