Hidden Club
Fecha: 24/01/2021,
Categorías:
Intercambios
Autor: veroydany, Fuente: RelatosEróticos
... ficha— es una especie de contraseña. Quién tenga una, puede entrar. Si no dispones de ella, tienes que solicitar el ingreso, y necesitas el aval de otros dos socios. Tengo anotada por algún lado… —rebuscó en los bolsillos, hasta dar con un papel doblado, que me pasó—. Esta es la dirección.
—Te has portado, tío —afirmé—. Esto es para ti —le pasé una caja que me había costado un ojo de la cara.
—No tenías que haberte molestado… —quitó el papel de envolver de los grandes almacenes, y abrió los ojos como platos—. ¡MacAllan 18 años Fine Oak! Te habrá costado un “pastón”. Tú sí que te has portado…
—Es lo menos que podía hacer —respondí, pensando en los casi 400 que había pagado por la botella.
â â â
En esta ocasión, Marta solo se retrasó cuatro minutos. Habíamos quedado en la misma cafetería de la vez anterior.
Después de los besitos de rigor, me interrogó con la mirada. Seguía con un gesto de preocupación, como en nuestro anterior encuentro.
Aún hubo de esperar hasta que el camarero tomó nota (té para ella, un whisky para mí) antes de que yo pudiera contarle el resultado de mis pesquisas.
—La cuestión es, Dany… —comenzó, cuando yo terminé mi relato—. Parece que se trata de algo inocente, por lo que me dices. Dos preguntas: una, ¿por qué tanto misterio por parte de Marcos? Y dos, ¿no habría sido lo lógico que cuando se… asoció o como se diga, me lo hubiera dicho? Y ya puestos, que me hubiera llevado alguna vez a ese club. No, Dany. Aquí hay gato ...
... encerrado…
—He hecho algo más: he estado allí. Nada delata en el exterior que se trate de un club. Solo hay una fachada pintada de negro, con una puerta del mismo color. ¡Ah!, y una cámara de seguridad. Por no haber, no hay ni timbre. En la media hora que estuve enfrente, dentro de mi coche, no entró ni salió nadie, de modo que… —Me encogí de hombros.
—No sabes cómo te agradezco tu preocupación —dijo Marta, poniendo una mano sobre una de las mías—. Ya solo me queda una opción: tratar de entrar.
—Te queda otra, que te recomendaría: háblalo francamente con Marcos.
—No, mientras no sepa de qué se trata —replicó ella con gesto decidido.
—¿No puedo hacerte cambiar de opinión? —Marta negó con la cabeza—. Bueno, en ese caso… El problema es que no sé si abren todos los días, ni a qué horas. Lo digo, porque si vas a ir, mejor acompañada. No sabemos qué te puedes encontrar.
—En serio, Dany, no puedo pedirte eso…
—Tú no me lo has solicitado, me he ofrecido yo. Mmmm. Veamos. Lo lógico es que los viernes por la noche… Pero eso es un problema, porque Marcos estará en casa.
—Este viernes no; anda en una especie de gira por Estados Unidos, y precisamente el fin de semana le va a aprovechar en ir de Nueva York a Los Ángeles.
—Bueno… —sonreí—. ¿Cómo es el dicho aquél? ¡Ah, sí! “Si no puedes impedirlo, relájate y disfruta”. Ahí es nada, ir a un club privado del brazo de la chica más bonita de la ciudad…
—¡Payaso! —sonrió, y me empujó ligeramente por el hombro.
—¿Cómo ...