1. Compañera de trabajo


    Fecha: 24/01/2021, Categorías: Gays Autor: bimont, Fuente: CuentoRelatos

    ... inspirando con notable sensación de placer.
    
    -¿Vives sola?
    
    -Si -respondí a su pregunta.
    
    -¿Hace mucho?
    
    -Tres años.
    
    -¿Y qué tal?
    
    -Podría ir mejor, pero no me quejo, muchas veces pienso que es mejor así.
    
    -¿Malas experiencias? ¿Y tú qué les pides a los hombres?
    
    -Algo que no suelen dar: sinceridad, aunque es un problema tanto de ellos como de ellas.
    
    -¿Te gusta la sinceridad?
    
    -¿Quieres que me muestre sincera, que me muestre tal cual soy?
    
    -Sí.
    
    -¿Quieres saber lo que estoy pensando?
    
    -Sí.
    
    Dejé la copa sobre la mesita de centro y la miré fijamente.
    
    -Suéltate el pelo -ella se echó hacia atrás todo cuanto le permitió el respaldo del sofá.
    
    -¿Perdón? -farfulló atónita.
    
    -Suéltate el pelo, quiero verte con el pelo suelto -insistí con un tono de firmeza.
    
    Como ella parecía incapaz de reaccionar, fui yo quien alargué el brazo y le quité la goma elástica con la que se sujetaba el cabello. Después, enredé los dedos entre sus cabellos. Ella continuaba como en un estado de trance, pues no era capaz de reaccionar y se mantuvo quieta, me fui inclinando hacia ella y me incliné aún más, y más...
    
    -No, sé. A penas nos conocemos y… bueno, no irás a...
    
    La besé y ella abrió los ojos como platos pero no separó los labios, aquello podría ser producto de la ingesta de alcohol o de algún sueño febril. Cuando me aparté ligueramente respiró aliviada durante unos segundos, con el dedo índice le acaricié los labios. Inmóvil, tensa de arriba abajo, con ...
    ... los brazos pegados al cuerpo, le sostuve la mirada, ella seguramente intentando entender el motivo porque había acabado besándola. Me acerqué de nuevo y, en esta ocasión, no pensaba permitir que ella se quedara inmóvil, lamí primero sus labios, desde la comisura hacia el centro, invitándola a separarlos... porque todo era cuestión de insistencia, ya que en un momento u otro estaba segura que ella daría el paso y, en cuanto eso ocurrió, le metí la lengua sin contemplaciones. Se apartó y gimió. Coloqué la mano tras su nuca para tenerla más sujeta y recolocándola recostada sobre el sofá.
    
    -Me encanta como hueles y te voy a besar de nuevo.
    
    -Gracias, pero... -bajo la vista, pero no movió ni un milímetro, parecía que la había intimidado.
    
    Incliné mi cabeza y fundí mis labios en los suyos cerrados… pero instintivamente me entreabrió su boca y le di paso a su lengua, que se adentra en la mía. Su beso húmedo y sabroso, hace que una sensación de placer y bienestar me cubra todo el cuerpo, y sin saber por qué, cierro los ojos. Pasan unos segundos y al abrirlos, se encuentran con los suyos, dándome cuenta de que me tiene abrazada con una mano en la cintura, le sujeto la cara suavemente.
    
    -Lo siento, lo siento mucho… ¡qué vergüenza!
    
    -¿Has oído hablar del sexo sin compromiso?
    
    -Sí, pero no nos conocemos tanto como para… -murmuró como tímida.
    
    -Me interesas mucho, créeme -Le digo apartando un poco mis labios de los suyos.
    
    Cerró los ojos y sin atender a sus tímidos e ...