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Vacaciones en la montaña
Fecha: 01/02/2021, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... al tamaño de su pecho, le quedaba bastante pegada y dejaba que se adivinara las grandes formas que escondía debajo de ella. Por supuesto lo hice tan descaradamente que hasta ellos mismos se dieron cuenta y Sinfo no se corto un pelo Yo me rei con ellos esta vez. Era de agradecer su buen humor que tanto habia echado en falta en la ciudad, donde todo el mundo parecia molestarse por cualquier cosa, por insignificante que esta fuese. Alli parecia que nada tuviera importancia y donde lo normal fuera ser feliz y hacer que el resto se sintiera bien. Llego la noche y pronto nos fuimos a dormir. Alli se iban a dormir bastante pronto porque al dia siguiente solian madrugar. Yo como no estaba acostumbrado a ese ritmo de vida me puse a leer un rato en mi habitación, que estaba contigua a la suya. Al poco tiempo de esta en la cama leyendo un rato, empece a escuchar unos ruidos que venian de la habitación de al lado. En un principio no distinguia muy bien que eran pero pco a poco, fueron subiendo de intensidad y entonces no tuve la menor duda de que era lo que pasaba en la habitación de al lado. Eugenia y Sinfo estaban follando. Pense que duraria poco porque no estarian para muchos trotes, pero me equivocaba, habia que ver el aguante que tenian el par de abuelos. Eugenia cada vez gritaba mas. "Asi, dame, dame… no pares…hasta dentro… la siento toda… que dura la tienes… que macho eres", eran las cosas que se oia gritar a Eugenia y que yo oia perfectamente desde mi habitación. Me ...
... imagine por un momento a Eugenia a cuatro patas, con sus grandes tetas colgando hasta la cama y a Sinfo detrás de ella metiendosela hasta dentro. No paraban y mi miembro respondia a la situación con una erección. Me masturbaba mientras los escuchaba detrás de la pared. Después de una hora pararon por fin. Estoy seguro que ellos sabian que les estaba escuchando y seguro que eso les divertia. Cuando me levante por la mañana Sinfo ya no estaba y solo estaba Eugenia en la casa. Sinfo habia ido a hacer unas tareas en el campo y, según me explico Eugenia, no volveria hasta la noche. La miraba y recordaba la noche anterior. Me maravillaba el hecho de que una pareja a esa edad pudiera tener esa vitalidad. Eugenia se levanto la camiseta y ante mi aparecieron dos grandes tetas, enormes, con dos pezones sonrosados y que hacian que todo lo que estuviera alrededor de ellas se eclipsara totalmente. Ni con las dos manos era capaz de abarcar uno solo de aquellos enormes pechos. Yo creia que me habia tocado la loteria. El segundo dia en la granja y ya estaba tocando los pechos mas grandes que habia visto en mi vida. Nunca pense que una mujer con sesenta años me pudiera poner tan caliente pero es lo que se merecian esos pechos dignos de admiración. Yo los tocaba tratando de aprovechar aquel momento por si no se volvia a repetir. Después ella se los agarro y los llevo hacia mi boca. Yo las chupe todo lo que pude, disfrutando el momento. Estaba dispuesto a tirarme asi todo el dia si era ...