1. Bea: El inicio (Parte 2)


    Fecha: 04/02/2021, Categorías: Lesbianas Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos

    ... absorto en sus pechos cuando Bea se acercó a la cama inclinándose sobre mí y recogiendo suavemente los restos de semen que se habían quedado en mi abdomen. Una vez limpio, se levantó en silencio y la vi alejarse hacia la puerta, cerrándola a continuación para entrar de nuevo en su cuarto.
    
    Apenas había recuperado mi laptop cuando se volvió a conectar enviándome un nuevo mensaje
    
    - Ya. Estás contento?
    
    - ¿Por qué te tardaste tanto? Platícame como te fue.
    
    - Te dejaré con la duda,
    
    - No seas guarra, no me hagas eso.
    
    - Está bien, sólo porque ya quiero que te vayas, te voy a decir que nunca había masturbado a un hombre dormido hasta hoy.
    
    - Estas bromeando. No te animaste…
    
    - Claro que me anime. Estuviste jodiendo con lo mismo.
    
    - Sí, pero creo que solo fuiste a dar una vuelta por la cocina y ya.
    
    - Jejeje, claro que no. El tío se vino como una bestia, fue un buen de lefa.
    
    - No te creo. Pruébalo.
    
    - Está bien, solo para que te vayas a pajear y me dejes dormir tranquila.
    
    Y acto seguido recibí una foto a través de nuestro chat. En la foto aparecía Bea con una camiseta blanca y me mostró la blusa que llevaba hace uso minutos con los restos de mi corrida.
    
    - Bea, putita, me impresionas…
    
    - Pensaste que no me iba a animar.
    
    - Pajéate conmigo, ya me calentaste.
    
    - Buenas noches, tío. Pajéate tú. Yo me voy a ...
    ... dormir.
    
    Y sin decir más, se desconectó. Me levanté de mi cama sin hacer ruido. Abrí la puerta y me acerque en silencio al cuarto de las chicas, sin abrir la puerta de su habitación. Quedamente se escuchaba un gemido ahogado, era demasiado tenue para percibirlo sin que lo estuvieras buscando pero con eso me bastó para imaginarla tendida sobre su colchón inflable, deslizando su mano sobre su coño mojado con las bragas enrolladas a la mitad de sus piernas y acariciando su clítoris. Me imagine sus piernas abiertas, las curvas delicadas de su cintura y ese enigmático tatuaje en su cadera que me intrigaba. Ya mi pene empezaba a recuperarse de su letargo cuando me pareció escuchar un pequeño gritito y con eso me basto para imaginarla arqueada sobre sí misma, recompensándose con un orgasmo bien merecido. Sus labios entreabiertos con su blusa que tenía los restos de mi semen cubriendo su barbilla, su mojada entrepierna, su mano empapada y sus dedos arqueados apresando febrilmente su sensible clítoris.
    
    Sonreí mientras me alejaba del pasillo hacia mi habitación. Estaba en el paraíso. Del otro lado de la puerta, seguramente Bea descansaba con una sonrisa de satisfacción en su rostro.
    
    Y quise pensar que en ese momento ambos compartíamos una ligera chispa de curiosidad y deseo por lo que pudiera ocurrir en los próximos días.
    
    Dark Knight
    
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