El taxista: mi primera vez
Fecha: 26/10/2017,
Categorías:
Gays
Autor: pasivo16, Fuente: SexoSinTabues
... encantaba el olor, la textura de tenerla en la boca, él solo me agarraba del cabello. No me entraba toda, pero pude disfrutarla a lo mejor que pude. Le escuchaba gemir y decirme cosas como “Chupa, putita, chupa” me gustaba que me tratara así, me daba aún más confianza para seguir. Después él mismo me separó y dijo que esperara, fue a ver condones. Yo me paré y pude comprobar lo de las porno y las pajas, porque estaban algunas películas ahí tiradas. Al volver me dijo que se le habían acabado, no tenía condones. Todo con esa sonrisa tonta, como si ya sabía lo que pasaría. Pensé en las enfermedades que existen por transmisión sexual, y me entró un miedo. Pensé en irme. Se sacó ya la camisa, quedando se desnudo. Su cuerpo me imponía, como si estuviera al mando de todo. Él seguía con una sonrisa, me tomo del brazo y volvió a besarme. “No va pasar nada”. Me pegó una nalgada, y me bajó ya el Boxer. Me llevó a la cama. “Tranquilo”, me dijo. Me acosté en la cama, me entregue a sus besos, caricias. Sus manos me recorran todo el cuerpo, por mi espalda queriéndome sacar la camisa. Me sentía sucio, me gustaba todo el misterio. Me hacía sentir puta, perra. Seguía con mi camisa y las medias, no me quería sacar la camisa, me seguía sintiendo yo con ella, y con las medias. Me dio la vuelta, alzó la camisa hasta el cuello y me beso la espalda hasta que llegó a la cola. Es el sentimiento más rico que había sentido, me estaba comiendo la cola mientras me metía algunos dedos. Yo no aguantaba el ...
... placer, me encantaba, estaba en las nubes. Agarré una de sus almohadas y la abrazaba. Con los ojos cerrados, sólo disfrutaba lo que ese hombre me hacía. Él me seguía comiendo, no sé cuánto tiempo estuvo jugando ahí, pero recuerdo que no fue corto. Agarrándome, las nalgas comiéndome. Me sentina en otro planeta. Me escupió en mi agujero, y se levantó. Yo me quedé ahí, no me moví. Sólo abrí los ojos para verlo que se iba y sacaba algo de la cómoda, un lubricante. Se lo puso en la verga, se lo pasó con una mano por todo el tallo y cabeza del pene. Volvió, con esa sonrisa, y me atrapó las piernas con las suyas. Cerré los ojos otra vez, y sentir como se la pasaba por mi culito. Jugaba con mi cola, restregándomela. Entonces la sentía en la entrada, me empezó a penetrar. Entraba poco a poco, me dolía más de lo que había imaginado yo cerraba os ojos y abrazaba la almohada más fuerte intentando que desaparezca el dolor. Él me la seguía empujando más y más. Sentía como eso me partía en dos, parecía que me iba desmayar del dolor. Le dije que parara, pero ni me respondió. Después de unos minutos me entró toda, la sentía adentro. Se quedó quieto, y se acostó sobre mi. Me aplastaba, me sentía protegido. Y me la empezó a meter y sacar. El dolor bastante fuerte, pero así como ya había leído, se fue después de unos momentos y sólo sentí un placer enorme. Me encantaba sentirlo dentro de mi. Abriéndome, me susurraba otras vulgaridades al oido, me aplastaba, que era suya, que era una puta, todo ...