1. Ya iba siendo hora


    Fecha: 12/02/2021, Categorías: Confesiones Autor: astaradolo456, Fuente: CuentoRelatos

    ... comía, estaba depiladito, que eso ayuda mucho, y pasé mi lengua por su polla, como le gustaba. Empecé a chupársela, primero despacito, luego un poco más deprisa, sin dejar de masturbarle claro. Me gusta meterla en mi boca y jugar con la lengua con ella, a Fer le encantaba.
    
    Mientras sin saber cómo Fer, me había quitado el bikini y tenía un dedito en mi rajita, estaba chorreando. Yo se la chupaba y él me masturbaba, un auténtico placer. Me tumbé, él metió su cabeza entre mis piernas y me hizo la mejor comida de coño que me han hecho en mi vida, chupaba mi clítoris, me lo mordía, me pegaba besos en los labios, yo sujetaba su cabeza, no quería que se moviera de allí, me metía y sacaba los dedos con tanta velocidad, mientras me chupaba el clítoris que tuve un orgasmo que pensaba que me moría. Le llené con mis fluidos la boca.
    
    Se puso encima de mí y apuntó su polla hacia mi cuevecita, que lo esperaba con ganas, «despacito por favor» le dije. Y él muy despacito me la fue metiendo, que maravilla, poco a poco terminó por metérmela entera, yo me moría de placer, me pegó tres meneos un poco más rápidos y me fui otra vez, arqueaba la espalda de placer, se me iban a salir los ojos de las órbitas. Él esperó un poco a que me relajara y empezó a pegarme unos empujones que eran una delicia.
    
    Me estuvo follando como un poseso durante un buen rato, era la primera vez que me follaban de verdad. Me puse en perrito, estaba yo a mil, me dijo que me agachase y pegase la cabeza en la arena, ...
    ... para que mi culito estuviera bien en pompa, yo pensaba que me la iba a meter por el culo y le dije que no, pero me dijo «tranquila que no es para eso». Así que yo me puse con el culo en pompa, y él me la metió desde arriba y aquello fue una barbaridad, un cúmulo de placer y dolor, porque la postura era un poco más complicada, y Fer empujando con toda la fuerza que podía, yo masturbando mi clítoris, él me la sacaba casi entera y me la metía de golpe, se me saltaban las lágrimas, pero quería más.
    
    Allí estuvo un rato clavándome hasta el fondo aquella polla, se tumbó en la arena y me senté yo encima, yo ya no podía más, os juro que me dolía todo, pero nunca había disfrutado tanto, me puse a cabalgar aquella polla como si fuera lo último de mi vida, mis tetas botando, que de eso sí que tengo, yo le veía la cara de placer y me ponía más cachonda, me agarraba los pezones y me los pellizcaba.
    
    «Me voy a correr», me dijo y yo, con lo poco que me quedaba me moví más deprisa aun, y noté aquel río calentito que me inundaba por dentro, su cara un poema, yo sin poder parar. Me desplomé encima de él, seguí moviéndome un ratito más para disfrutar lo que quedaba hasta que su erección desapareció. Nos pusimos a besarnos, estaba sudada, cansada, pero satisfecha. Nunca en mi vida me habían echado un polvo como aquel.
    
    Nos quedamos un ratito besándonos y él fumando un cigarrito, el sol ya empezaba a despuntar, me lavé un poco en el mar, estaba que no podía tenerme en pie, nos vestimos y me ...