Un viejo conocido se hace a mi novia
Fecha: 27/10/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Ana siempre había sido una chica recata, demasiado incluso para mi gusto. Aunque habíamos realizado todo tipo de juegos sexuales entre los dos, ella siempre se mostraba muy recatada a la hora de vestir y comportarse. Yo siempre insistía en que fuera más atrevida vistiendo, que enseñara más el escote y las piernas, pero a ella le incomodaban las miradas perturbadoras de los hombres. Ana mide alrededor de un metro y sesenta y cinco centímetros, es morena, de piel blanca, su culo es un pelín grande pero sin pasarse y con una talla 95 de pecho lo cual le acomplejó y le acompleja bastante, aunque a mí me encanta.
Siempre ha vestido ropas anchas que disimulan muy bien su figura, sin embargo, siempre hay alguno o alguna que vislumbra sus bonitas formas. Llevamos juntos cerca de cinco años y la verdad es que lo pasamos bien juntos.
No solíamos salir demasiado pero estábamos de vacaciones en casa de mis padres, que viven en otra ciudad, y habíamos salido de fiesta con mis amigos. Era verano y hacía muchísimo calor, ese calor que hace que sudes cuando acabas de salir de la ducha y que te da ganas de beber sin parar. Paz se había puesto un vestido veraniego que yo le había regalado, era un vestido de una pieza de tirantes que le llegaba por encima de la rodilla y le marcaba sus pechos sin pasarse, era perfecto para llevarlo sin sujetador, pero eso era demasiado para ella.
Después de una cenita de amiguetes con algunas parejas y varios litros de vino y cerveza de por medio yo ...
... empezaba a coger el puntillo guapo, ese momento en que te ríes de casi cualquier cosa y no te importa demasiado lo que te rodea salvo pasarlo bien. Nos fuimos a un local de copas donde mis amigos y yo nos juntamos cerca de la barra a seguir tomando copas, mientras las chicas se agrupaban y hablaban entre ellas. Tras una hora en el local, mis amigos José y Javier me dicen que tienen que irse pues tienen que trabajar al día siguiente, con ellos se marchan sus respectivas parejas dejando sola a Ana. Tras lamentarlo a viva voz me quedo con Antonio y Luis, que están solteros, mientras que mi chica se queda sin compañía femenina y me insinúa que ya he bebido demasiado y que deberíamos irnos. Yo hago oídos sordos ya que hace mucho tiempo que no hablo con Luis, gran amigo de toda la vida, así que le pido una copa a Ana y les digo a todos que nos sentemos en una mesa al fondo. Ana apenas aguanta el alcohol y aquella noche ya llevaba un par de copas más el vino de la cena, por lo que la notaba un poco "tocada". En ese momento llegó Pepe.
Pepe era un tipo de esos que lo ves de vez en cuando, habíamos estado juntos en el instituto y nos habíamos corrido alguna juerga juntos, pero no llegaba a ser amigo, vamos, yo nunca lo buscaría para tomarme una copa, simplemente coincidíamos en algún sitio y charlábamos un rato. Se acercó a la mesa a saludar y se presentó a Ana, yo no le hice mucho caso, pero él se sentó al lado de Ana, en el único lugar que quedaba libre, yo estaba sentado al otro ...