Un viejo conocido se hace a mi novia
Fecha: 27/10/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... rozándome con sus pechos y su sexo, mi pene comenzó a endurecerse. Ella parece que lo notó, porque empezó a desperezarse y a tomar conciencia de su desnudez y de mi excitación. Cuando parecía un poco más espabilada dirigió una de sus manos a mi pene y comenzó a acariciarlo por encima de los gayumbos. Yo me hice el dormido mientras ella me comenzaba a masturbar. Se inclinó un poco, me bajó los gayumbos hasta los tobillos y se metió de un golpe mi pene en la boca, mientras con sus pechos me rozaba las piernas y restregaba su sexo sobre uno de mis pies. En ese momento yo abrí los ojos y me regodeé un poco en la escena. Era un momento inoportuno pero me vino la imagen de la noche anterior, y le pregunté: "¿dónde te metiste anoche?", ella paro de chuparme el pene, me miró y se echo a llorar. Yo me quedé bastante estupefacto, con el pene duro, todavía agarrado por su mano, mientras la veía llorar en silencio, para no llamar la atención al resto de la casa.
Mi dolor de cabeza, la resaca que comenzaba a reclamarse su tarifa y el hecho de que estaba todavía medio dormido, no impidieron que comenzara a sentirme realmente incomodo. Me incorporé la sujeté por los hombros y agitándola un poco le pedí que se tranquilizara. Una vez que dejó de gimotear, le dije que se explicara, que no me iba a cabrear, que me contará que había pasado y como había llegado a casa. Ella me pidió que no me enfadara que había bebido mucho y que no era responsable, que me quería mucho y que no podría ...
... soportar que la dejara. Yo, cada vez más acojonado le dije que se dejara de tonterías y me contará todo. Y así empieza su relato.
Pepe se acercó y se presentó a todos dejando a Ana para la última. Le dio dos besos y le dijo que si le importaba que se sentara allí, ella, educadísima como siempre, le dijo que no había problema. Parece ser que él comenzó el ataque desde el primer momento, diciéndole que no comprendía como yo dejaba a una mujer tan atractiva y bella, sola y aburrida. Ella le comenzó a contar que cuando veníamos de vacaciones yo apenas le hacía caso y me dedicaba a mis viejos amigos dejándola sola. Él con la excusa del ruido se acercaba más a ella y le hablaba rozándole con los labios la oreja, lo que a ella la pone a cien. Además cuando le hablaba, él apoyaba su mano sobre su falda por debajo de la mesa. El alcohol y el ver que yo no decía nada hicieron que ella se confiara y le dejara hacer, a lo que él parece que tomó como una invitación. Así que mientras seguía hablando con ella, empezó a acariciar la pierna hasta conseguir levantar la falda un poco y meter la mano debajo, en contacto directo con la piel. Ella dio un pequeño respingo y miró hacia mí, pero la única respuesta que le di fue pedirle otra copa, que Pepe se apresuró a apremiarla a beber.
En ese momento parece ser que Pepe se dio cuenta de que yo iba muy borracho y que Ana estaba lista pues no ponía ningún impedimento a su exploración. Comenzó a acercar la mano a la entrepierna de mi novia, mientras ...