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Hetor, el esposo de mi prima.
Fecha: 19/02/2021, Categorías: Gays Autor: manizaleñogay, Fuente: SexoSinTabues
... elevarse, así que decidí adelantarme. Y: ¿Le gustó? H: ¿Qué? Y: ¿La mamada qué le estaba dando? Un poco nervioso, Hector me responde. H: ¿Cómo se le ocurre usted es un peladito? Y: Yo sé eso, pero le estoy preguntando qué sí le gusto lo que estaba soñando mientras yo le chupaba el pene. En este momento de la situación supe que, nuevamente el dominio lo tenía yo, y que debía hacer mi mayor esfuerzo para concluir lo que momentos antes estaba haciendo. – Debido a la no respuesta de Hector, me anticipe para preguntarle otra cosa. Y: ¿Quiere qué termine?, Hector seguía sin mirarme a los ojos y sin suscitar respuesta alguna. Lo cual yo aprovechaba para posicionarme al mando de la situación. Y: Sí ninguno de los dos le va a contar a mi prima y usted lo estaba disfrutando, no cree que es mejor que terminemos. H: ¿Qué cómo se le ocurre Julián usted es el primo de mi mujer? Y: Lo sé, pero ella no está y tampoco lo va a saber. H: Está loco guevón. Usted es un niño. Y: Hector, desde que tengo doce años he querido que me coma el culo. Hector no respondía nada, sólo me miraba tratando de asimilar la situación, para esto, yo me fijaba en su entrepierna y reconocía que estaba un poco más abultado de lo que estaba instantes anteriores. Y: Hector, sé que no ha tenido buen sexo en los últimos días (mí prima me había comentado que su hijo menor dormía con ellos lo cual había estropeado su vida sexual marital), tómelo como un favor, usted me encanta, chuparle la verga me ha gustado mucho, por ...
... favor. Hector seguía sin entender la situación, estaba absorto por la forma casi descarada en la que yo me le ofrecía. Para este grado de desfachatez y deshinbición en la que estaba, la única respuesta que encontré fue comenzar a desvestirme, con el único fin de antojarlo de mi ano, a ver sí algo sucedía. Mientras me iba desvistiendo, Hector me pregunta, ¿qué hace? A lo cual ya con un nivel alto de excitación le respondo, quiero que conozca mi ano, a ver sí se anima a comérselo. Hector cada vez estaba más perplejo, no comprendía una sola de mis intenciones. Estado que yo aprovechaba cada vez más. Al terminar de bajar mis pantalones y boxer, le di la espalda y me puse en cuatro, acercándome a él, agarrando su mano, y dándome cuenta de qué no colocaba resistencia alguna. Al tomar su mano la puse sobre una de mis nalgas y, con mis propias manos comencé a pasármelas por el ano, dejando salir unos pequeños suspiros y terminando con las siguientes palabras. “Ay Hector, que rico, que rico sentirlo adentro, desde chiquito lo deseo, deseo su verga rompiéndome el culo. ”. A penas escucha esto Hector se suelta de mis manos, y mientras lo volteo a mirar, dice “Julián, no, no”, Y yo le respondo: Y: Sí, sí Hector. Lo deseo y desde chiquito quiero que esto ocurra. Al decir esto me percato de su pantaloneta y encuentro en medio de ella el bulto de su pene completamente erecto. Lo agarro con mi mano derecha y mientras lo miro a la cara con mucho deseo le digo: “Hector hágamelo como se lo hace a ...