1. Un romance extraño


    Fecha: 23/02/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... precisamente!... Y, ¿usted, qué puñetas hace aquí?... ¿Y Raquel?
    
    —Durmiendo la pobre; ya sabe usted…madruga mucho cada día para sacarse las perras… Y yo…y yo… Bueno, pues ya ve; trabajando aquí. Ella no lo sabe y, por Dios se lo ruego, D. Celestino, no se lo diga; no le diga que me ha visto aquí. Ella no lo sabe, ¿sabe usted?; no sabe que trabajo aquí; cree que estoy de noche en los servicios de un restaurante de lujo… Y lo de las cerillas, es culpa mía; ya sabe, fumo, y un día le llevé uno de esos estuches, pues me quedé sin cerillas… Y allí se quedó, donde no debía y, menos mal, que las encontró usted, que si llega a ser ella… Compréndame usted, D. Celestino; me quedé viuda, sin pensión…pues no nos habíamos casado mi marido y yo… Y tenía que comer…y sacar adelante a mi sobrina, que era muy chica aún…ya sabe, huérfana, la pobre, y claro, yo era hermana de su madre, luego me hice cargo de ella
    
    —¡Vale, vale… No se preocupe usted… Pero, ¡leñe!, pudo haber buscado algo mejor…más…más…
    
    —Sí, sí; ya sé; más decente… Pero no lo encontré, D, Celestino; no lo encontré. La cosa estaba muy mal entonces y esto es lo único que me salió, luego… Pero no crea, que no soy tan…tan… Bueno, eso; tan sucia. Me ocupo sólo de servir bebidas…y nada más, se lo juro, D. Celestino; se lo juro, y nada más… Bueno, también, de vez en cuando, dejar que alguno me toque las tetas… ¡Pero por encima de la ropa y sólo eso, dejarme manosear un poco! ¿Les pongo las copas que pidieron?... ¡Por cuenta de ...
    ... la casa, desde luego, faltaba más!
    
    —No, no; déjelo… Ya no me apetece nada… Mejor, me voy a dormir
    
    —De acuerdo, D. celestino, como usted guste… No le dirá nada a mi sobrina, ¿verdad?... ¡Por favor; por Dios se lo ruego, no lo haga!
    
    —No; no se preocupe usted, Lola, que no se lo diré. Y no por usted sino por ella misma… ¡Menudo sofocón se llevaría la pobre!
    
    —¡Gracias, D. celestino; muchas, muchísimas gracias; qué bueno es usted! Un señor; un verdadero señor… Hasta la boda pues, ¿verdad?
    
    —Sí; hasta el jueves. Adiós, señora Lola
    
    —Adiós, D. Celestino
    
    Y ahí quedaron las cosas por esa noche, con D. Obdulio sin entender nada de nada, excepto que se le iban un montón de “cubatas” y lo que se terciara, y todo por la cara, que bien claro que lo dijo la “prójima” aquella: “Y POR CUENTA DE LA CASA” … Más a saber lo que hubiera podido “caer” del cielo, que bien hubieran podido llegar las cosas a “meterla en caliente” y… ¡Por la cara, qué narices!... ¡Dita sea con el paleto este y las cosas que se le ocurren” … Y la Lola, más contenta que chupillas… Totar na… ¡Ahí quedaba eso: ¡Faena de dos orejas y rabo al “morlaco”!… Lo dicho; totar, na; naaa de na; naíta, vamos…
    
    FIN DEL CAPÍTULO Iº
    
    NOTAS AL TEXTO
    
    1.Juego de palabras usado en España, aunque puede que hoy esté ya “demodé”, pero en tiempos, en aquellos años y después, hasta hoy en día entre los de mi “quinta”, más o menos, estaba muy en boga. “Mosca”, en este caso, es preocupado, y lo del “pavo”, porque en tales ...