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Ardiente oscuridad. En la noche, madre, hija o abuela era igual para meterla
Fecha: 27/02/2021, Categorías: Gays Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos
... salirse. Recién acabado, podía aguantar un poco más. Cambiamos, ella debajo, yo muy adentro, sus piernas flexionadas, mis manos debajo de sus muslos, llegando a sus caderas, totalmente comprimida, volcado entre sus piernas, todo entrado en su vagina. Tengo el dominio de las acciones, empujando con todas mis fuerzas. Por dos veces necesité secar la pija debido al exceso de humedad por tamaña calentura. Bombeando, desenfrenado, avisé que estaba llegando el semen, me pidió todo el que pudiera darle. Pocas embestidas más y me estoy vaciando todo el contenido de los huevos bien en el fondo de la vagina. En el proceso de acabarle, casi al final, la sorprendió un nuevo orgasmo, casi al sentir el calorcito del semen. Sin sacarla pude recibir esa risa sin sentido que suele acompañar el relax de los cuerpos. Nuevamente mi juventud y sus muchas ganas, hicieron el milagro de la resurrección. Emprendimos un nuevo polvo, con todo, como si no hubiéramos cogido, después dormimos juntos, muy abrazados. Ese día fue distinto, el buen humor reinaba en la casa, el brillo del sol era distinto, para nosotros dos al menos. Esa noche reanudamos el deseo suspendido en la mañana. Con menos apremios tuvimos más tiempo para disfrutarnos; en los siguientes me hice adicto a chuparle la concha a saciar mi sed en ella cada vez que el deseo me llamaba, ella parecía mi niña exploradora, por lo de “siempre lista” para cumplirme los deseos de vaciarme dentro de ella. Fue maestra y alumna, me ...
... enseñó, y también accedió a dejarme hacerle sexo anal, todo el que se me antojara. Era una mujer total: con todo. Demostró ser madre considerada y hembra solidaria. Con el correr de los días, y luego de “litros”, bueno no tantos en realidad, pero por la forma que me corría dentro de su sexo bien me lo parecía. Saciado lo más urgente del deseo sexual, estabilizada “la pareja” este joven ya estaba necesitando probar a la otra muchacha, la carne joven pide carne joven, tal había sido el comentario que me hizo Emma, en un momento de disfrute de uno de sus orgasmos, que aprendió a tenerlos varios en seguidos, tanto así que descubrimos que era pluri orgásmica. En el delirio de uno de sus pluri disfrutes, fue que me dio el “placet” o la autorización para que su hija, que ella consideraba virgen pudiera ser mi visitante de una noche, estaba segura que me venía observando y leyendo mis más íntimos pensamientos y porque adivinado que cuando le gritaba el desesperado gemido acompañando mi eyaculación era un pedido desesperado de poder estrenar a su hija. Sé bien que lo había adivinado y por eso me concedió la gracia de regalarme el virgo de Silvita. Estoy segurísimo de que me había estado preparando, pues por casi una semana me dejó sin el postre nocturno, solo yo y mis pensamientos cada vez más eróticos nos revolcábamos tratando de vencer al insomnio. Pero luego de pasar varias nocturnidades de sequía láctea, se produjo el milagro. Esa noche, como la primera vez, en la densa ...