Alicia 17/25
Fecha: 28/10/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues
... entre risas: "que cochina mi bebita, siempre haciéndose pis". Al final tuvo que pararse y agradecerle por la curación, le dió un beso en la mejilla pero la cabeza que se movía hizo que aterrizace sus labios casi en la boca del padre, éste se hacía el distraído pero unos ojitos miraban de reojo hacia abajo, esa protuberancia en el pantalón con algo de humedad que mojaba la tela indicaba que el camino tomado era el correcto. Ya era mucho hablar y tuve que sellar los labios de mi chiquita con un beso que le cortó la respiración, las manos que sostenían su carita no permitieron que cambie de posición mientras le absorbía el alma através de esos tiernos labiecitos. Mi nena le contó a la amiga que en casa había superado esa etapa, que todo había iniciado con su prominente colita pero que ahora tenía un novio en casa, más que novio a su amantesclavo. Le dijo que la azotaina fue muy buena idea pero que se le agotaban los argumentos, que debía mantener el fuego encendido con algo para continuar, y que los supositorios eran la mejor salida. Su madre tenía recetas del hospital, medicamentos, lo que necesitase solamente debería pedírselo, así como consejos para una nueva vida, una vida en la que no conocía de pieles uniéndose más allá de unas fotografías. Mi mente aun deliraba vaticinando la terapia de supositorios con Marga, una mano la tenía apretando las nalguitas de mi Alicia y recordando el delirio del primer supositorio que le apliqué, la primera vez que tuve esa colita divina ...
... entregada por su dueña. Como resorte mi cabeza quedó sepultada entre sus tibias montañitas y la lengua desesperada trataba de lamerle todo y principalmente el anito. Mi chiquita se acomodaba de panza sabiendo lo que venía, pero con vocecita de criatura malcriada preguntó: -Papito, estoy olvidando lo que se siente cuando un supositorio me entra por el culito, ¿ podrías recordarme la sensación de hacer caquita hacia adentro ? - Sus dulces palabras casi me hacen acabar al instante, y apenas humedeciendo mi garrote con saliva se lo pasé entre las nalguitas. Su puchita emanaba bastante humedad que fuí recolectando para llevarla a su asterico marroncito, de tan desesperado le metí el glande en la conchita y ambos contuvimos la respiración. Ella me pedía hace tiempo que la desvirgase pero siempre temí lastimarla, pidiéndole perdón por casi desflorarla le susurré al oído que por la colita no le dolía nada y como ejemplo ya tenía la punta candente entrándole por el culito. Mi amorcito ya respiraba agitada al tener enterrado la mitad del pito en su anito y levantó la cola un poquito para que vaya entrando el resto. Esta parte ya era más difícil, el anillo de su culito parecía doblarse hacia dentro mientras le metía lentamente toda la barra de carne. Al llegar hasta el fondo mi chiquita lanzó un gritito divino, estaba llegando al orgasmo solamente siendo enculada, antes la debía preparar mucho para ir elevando la presión pero nuestra conversación acerca del supositorio ya la tenía volando. ...