Deep blue sea (Parte 3)
Fecha: 28/02/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: GoldenRosses, Fuente: CuentoRelatos
... probado los besos de Amanda en sueños y los labios le ardían desde el instante en que sintió su mirada sobre ella al entrar. Aquello estaba mal en todos los sentidos y podía írsele de las manos en cualquier momento.
-Buenos días.- saludó con naturalidad mientras tomaba asiento en la mesa.
-Buenos días, ¿descansaste bien? – le preguntó Amanda en apariencia distante.
Aquello solamente irritó a Ava, las actitudes cambiantes le desagradaban. Primero la miraba como si quisiera besarla y ahora prácticamente le era indiferente. Probablemente había perdido el interés después del rechazo la noche anterior y debería sentirse aliviada, podía largarse con sus rubias de cuerpo plástico y cabeza vacía, en vez de jugar con ella e intentar complicar su vida. Entonces, ¿por qué la irritaba tanto la indiferencia? Y ni hablar del pensamiento sobre ir a dedicar atención a una de esas barbies. "¿Qué demonios estaba pensando?" Se reprendió al instante, era libre y podía hacer lo que le daba la gana, además de que no le interesaban los jueguitos de seducción para una noche de sexo y después ser desechada. Su curiosidad podía quedarse perfectamente donde estaba, en el pasado.
-Fue una noche perfecta, Sebástian durmió corrido, lo cual es un milagro, ¿Y tú? – preguntó con educación.
-Fue interesante, hacía mucho que no soñaba así...tan vívido.- comentó con descuido y curvó los labios en una sonrisa. Tan vívidos que no pudo resistir la necesidad de extender la mano y tocarla. Antes de ...
... percatarse, apartaba un mechón pelirrojo del rostro y en el proceso acariciaba la mejilla con la punta de los dedos –Aun así, tienes el rostro agotado y marcas de sueño.
Ava se quedó paralizada cuando fue consciente de que Amanda alzaba una mano para tocar su rostro. ¡Retrocede!, fue la orden inmediata de su cerebro, pero había algo en su mirada, preocupación, anhelo, además de que ella misma lo deseaba, que la tocase. Contuvo el aliento cuando sus dedos la rozaron y cada fibra de su cuerpo recibió el impacto de un estremecimiento, inconsciente se inclinó para percibir más el contacto que no había sido suficiente para satisfacer sus propios deseos. Quería lo que Amanda podía ofrecerle, la experiencia de su vida, quería dejarse llevar y cada vez cedía más a los impulsos de olvidar todo y lanzarse al vacío, o en su defecto, a sus brazos. Por suerte para ambas, Rosa entró al comedor en ese instante y la burbuja se rompió sobre sus cabezas como un balde de agua helada.
Amanda parpadeó desorientada, estaba jugando con fuego, siendo irresponsable. Ava no era una de sus conquistas para una noche, no pertenecía a su mundo, ni siquiera estaba segura de que verdaderamente tuviera los mismos gustos y que no fuese la típica curiosidad. Era una joven con una vida complicada, madre soltera, sin tiempo para juegos de seducción con los que intentaba confundirla aún más. Tenía que recuperar el control y enfocarse en ayudarla, como debió ser desde un inicio. Rosa actuó con normalidad a ...