La sobrina de mi esposo (IV) - Relatos Eróticos

La sobrina de mi esposo (IV)

... puso muy roja me abrazo en señal de gracias mirando a la puerta, – me da pena salir así y que me vea tu esposo, – yo no pretendo que el tuyo solo me mire? Pretendo que se le pare también jajaja, nos reímos ambas con complicidad por primera vez.

Salimos y ellos se encontraban hablando de pendejadas cuando nos miraron se quedaron mudos no musitaron palabra alguna, simplemente nos miraban caminar hacia ellos esperando que llegáramos a nuestras sillas y nos acomodáramos al lado de ellos, Natalia parecía un reflector estaba muy colorada y a la vez muy hermosa, Alberto no podía quitarle la mirada mientras Alex tenía una lujuria reflejada en su mirada, – de haber sabido que te vestirías así nos hubiéramos quedado desde el primer día, como te vez de hermosa jamás te habías vestido así para mí, le decía Alex a su esposa, – tu esposa es muy hermosa Alex pero estoy seguro que jamás pensaste en verla al lado de la mía así jajaja se rio mi esposo, Alberto se paró a servirnos nuestros tragos y luego me pare yo con la intensión de mostrarles a ellos mi cuerpo en ese traje con el pretexto de traerles algo de comer, de inmediato se paró detrás de mí Natalia para acompañarme a la cocina, – nunca había visto a Alex tan excitado esta noche va a hacer especial gracias por tu confianza amiga ojala fuera como tú de des complicada y sensual, -no me agradezcas para también es muy sensual verte y saber que es la primera vez que usas algo así, si me dejas te prometo enseñarte a volver loco no solo ...

... a tu marido sino cualquiera que esté cerca de ti, estoy tan excitada que te aseguro que cuando me oigas gemir esta noche me vas a agradecer como se va a poner tu esposo mientras te coge, me miro una vez más nerviosa mientras yo me mordía el labio, -te voy a dejar la puerta abierta así escucharas mejor o ver si te animas a asomarte, me gire llevando al sofá las botanas que servimos mientras Natalia se quedó un instante pensando en lo que le dije con una notoria excitación de su parte.

Mientras caminaba a sentarme sus miradas transmitían morbo me sentía deseada y esa sensación siempre me gustaba, cuando me senté claramente observe como ahora ellos miraban a Natalia quien un poco más tímida se sentaba al lado de su esposo, – como se ven de hermosas nuestras esposas decía Alberto mientras Alex asentía con la cabeza, había un ambiente muy morboso y cortado a la vez, pues Alex estaba muy excitado y acariciaba a Natalia mientras ella le frenaba las manos tímidamente, Alberto se paró por hielo pero me hizo correr hacia la izquierda así podría verme y estar pendiente de ellos, me rodeo con sus brazos acariciando mi abdomen y besándome el cuello, Natalia me miraba muy colorada cogiéndole las manos a Alex para que no hiciera lo mismo, yo la miraba mordiéndome los labios y respirando mucho más agitada; Alex logró soltarse y abrazaba a Natalia mientras ella nos seguía mirando sin perderse detalle de las manos de Alberto que ya empezaba a acariciarme mis senos y bajaba hasta mis piernas ...