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Lo que pudo haber sido...
Fecha: 02/03/2021, Categorías: Gays Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos
... momentos difíciles y te ayude en cualquier situación, la hayas cagado tu o no. Elena era una de esas, hoy en día, escazas mujeres. Encontrar a una hembra así, es equiparable a sacarse la lotería. Sencilla, amable, risueña, inteligente, trabajadora, perversa, tierna, fuerte… en resumen, y como dije, una mina de oro. “Hembra y no pedazos”, dirían en mi país. Y por eso y mil razones más, la elegí a ella. Así que, realicé algunas compras, cancelé algunos compromisos y repasé mil veces lo que tenía para proponerle, además de que se venían las vacaciones de verano y ella justo terminaba un cuatrimestre más por esas fechas. No la contacté sino hasta unos días antes del término del plazo propuesto (y afortunadamente ella tampoco me contactó por ningún medio). —El viernes paso por ti a las 8 – le escribí —¿De la noche? – respondió cerca de media hora después —Obvio. Tú estás en la escuela y yo trabajo. Salgo temprano. – le escribí intentando sonar juguetón – Eso sí, no esperes que entre a tu casa y salude. Te marco cuando esté afuera y te espero, ¿ok? —¿Cuál es el plan? – preguntó al instante —Es una sorpresa – respondí misterioso —Odio cuando te pones así y no me dices nada —Valdrá la pena la espera… creo – repuse – eso sí, tengo que preguntar, ¿puedes no llegar hasta la siguiente noche? No quiero causar problemas con tus padres. —Dime – suplicó —No – respondí - ¿Puedes o no? —Puedo – respondió escuetamente. —Entonces te veo pasado mañana a las ...
... 8 —Sólo si me dices qué onda – exigió —Todo a su tiempo – le dije y no me respondió hasta el siguiente día, cerca de la 2 de la tarde —¿Puede ser mejor a las 6? Me sería más fácil escaparme a esa hora —A las 6 será – no tenía ningún problema por aquello. Salía a las 2 de trabajar. —Ya vi tu fb – me soltó. Había hecho el detalle publicamente con la esperanza de que lo notara. Lo notó...– y sigo sin creerlo. —Mañana a las 6 – sentencié y no hubo más mensajes. La espera se me hizo eterna. No podía sacarme de mi mente a aquella mujer, con la que había vivido tantas cosas. El pasado era un recuerdo agridulce, tapizado de recuerdos gratos. También hubo sus malos ratos, pero también formaban parte de él y en lugar de desecharlos, les abracé. Además, estaba nervioso a más no poder. Iba a proponer varias cosas y no sabía si ella accedería o, incluso, lo tomaría bien. Confiaba en que sí, pero uno nunca sabe. Y ahí estaba yo, a las 5:50 de un viernes caluroso (eso sí, siempre soy muy, pero muy puntual… odio llegar tarde y rara vez lo hago… y eso es real…), a una cuadra de su casa, esperando en una camioneta Quest y con el corazón desbocado. Feliz, pero, sobre todo, muy abrumado. Como si estuviera a punto de saltar por un precipicio. Le marqué con dedos temblorosos y, para más inri, no me contestó. El pánico se apoderó de mí, pero no quise parecer desesperado marcándole una segunda vez luego luego. Esperé cinco minutos más y volví a marcarle. Nada. Tecleé algunas ...