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Lo que pudo haber sido...
Fecha: 02/03/2021, Categorías: Gays Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos
... líneas en el whats app y, aunque las dos tildes (palomitas) aparecieron, no me contestó (cabe mencionar que, para esos tiempos, no existía eso de que se colorean en azul para saber que se leyó el mensaje). A las seis en punto volví a marcar. Para mí alivio, si me contestó. —Se me olvidaba que eres muy puntual – fueron sus primeras palabras. —Hay cosas que nunca cambian – repuse intentando sobre ponerme y conteniendo el suspiro de alivio que tenía atorado en el pecho – ¿Estás lista? —No – respondió con desfachatez – pero ya casi. Dame quince minutos, ¿va? —¿Acaso tengo de otra? – pregunté con sarcasmo y cierto hastío. Yo había olvidado ese pequeño detalle de ella. Mujeres. —Te puedes ir – me respondió con el mismo tono que yo había utilizado. —¿Quieres que me vaya? – le pregunté sin poder ocultar mi inseguridad. —¿Quieres irte? – respondió preguntando. Hubo un silencio. Tenso. Tuve que ceder. —Te espero – le dije tras unos buenos 30 segundos. —No tardo – me aseguró, pero yo sabía que estaría ahí cerca de media hora. Contrario a mi pronóstico, Elena salió diez minutos después de nuestra llamada y debo decir que se me paró… el corazón (y también otra cosa). Portaba un vestido corto de color azul cielo que le llegaba a medio muslo. Un escote bastante generoso dejaba ver bastante, pero lo que más me llamó la atención fueron sus pezones, visiblemente marcados. Evidentemente no llevaba bra. Otra cosa que me terminó de enamorar era que se había dejado ...
... crecer el cabello. Y lo traía suelto. ¡WOW! Cómo me fascinan las mujeres con el cabello largo y aquel detalle, me enterneció mucho más, porque ella odiaba dejárselo crecer… casi siempre lo llevaba corto, pero ahora… Puedo asegurar que la propia Venus, Afrodita, Emma Watson o la mismísima Rachel McAdams (mujer, que, a mi gusto, es el ser más bello del mundo) se pondrían celosas ante ella. Se veía, simplemente hermosa. Se subió a la camioneta, sonriendo ante mi rostro, que debió de haber sido un poema. Como pocas veces en mi vida, una mujer me había dejado completamente mudo. —¿Quieres que te limpie la baba con mi lengua o con un kleenex? – me preguntó sonriente – Ya puedes cerrar la boca… —Perdona, es que… ¡WOW! – tartamudeé —Y ¿qué, ya estas soltero? – fue directa al grano – Aunque, si no, la neta me vale madres… Ven acá – me tomó por la nuca y me atrajo hacia ella para obsequiarme uno de los mejores besos de toda mi vida. Sentí… sentí demasiadas cosas en ese beso. Pocas veces un beso me generó algo así… Nos separamos y, como seguía mudo, habló - ¿Y mi sorpresa? —¿Confías en mí? – le pregunté al fin, con voz ronca. —No – me respondió con descaro – pero de igual forma voy a pasar la noche contigo. ¿Cuál es la sorpresa? – insistió. —Paciencia… —Ni madres, ya esperé mucho – me espetó con cierto capricho en la voz, pero sonreía. —Parte de la sorpresa es que te pongas esta venda en los ojos – le dije mientras le tendía un pedazo de tela para que se vendase ...