1. La orgía que me transformó en mujer


    Fecha: 02/03/2021, Categorías: Confesiones Autor: rubyg, Fuente: CuentoRelatos

    ... hicieron lo mismo.
    
    –Ven aquí, Paula –Siguió Pedro– Ya sabes que tienes que hacer, ¿Verdad?
    
    Supongo que fue por el alcohol que no dudé. Me acerqué hasta él y me arrodillé a sus pies. Primero acaricié suavemente su rabo, desde la punta mojada de líquido pre seminal hasta los huevos peludos. Después agarré el tronco y empecé a sacudirlo arriba y abajo.
    
    –No te necesito para hacerme una paja, eso lo puedo hacer yo solo. Chúpamela.
    
    Dudé un instante. ¿Chupar una polla? Me daba un poco de asco, pero ya que había llegado tan lejos, si me rendía entonces, todo habría sido en vano. Además, era la primera vez que alguien se excitaba conmigo, y eso se sentía bien, debía agradecerle de algún modo. Saqué la lengua y rocé con ella la punta de su glande. Tenía un desagradable sabor salado, pero no era tan horrible como me lo había imaginado. Continué recorriendo todo su glande con la lengua.
    
    –Métetela en la boca, y cuidado con los dientes.
    
    Obedecí. Primero introduje la punta mientras seguía moviendo la lengua alrededor de ella. Luego intenté metérmela toda, pero cuando rozó mi garganta aún quedaba un tercio de su pollón fuera. Después empecé a mover mi cabeza arriba y abajo, apretándola con mis labios, y Pedro empezó a gemir. Eso me dio confianza, le estaba gustando, lo estaba haciendo bien. Empecé a sentirme mejor y entonces, sin darme cuenta, mi pene empezó a crecer. Las braguitas eran pequeñas, de modo que cuando creció, ya no cabía, y se salió levantándome la ...
    ... minifalda.
    
    Alberto fue el primero en darse cuenta.
    
    –¡Mira! ¡Lo está disfrutando! ­–Dijo.
    
    –Esto sí que no me lo esperaba, ¡Menuda guarrilla eres, Paula! –Dijo Sergio, los demás asintieron.
    
    Yo no hice caso a sus comentarios y seguí a lo mío. Las caderas de Pedro empezaban a moverse. De repente y sin avisar Pedro agarró con fuerza mi cabeza en el momento en que su leche salía a chorros y golpeaba mi garganta. Casi me atraganto, pero Pedro no me dejaba moverme, así que me trague todo su esperma. Tenía un sabor fuerte que me hizo sentir sucio, pero a la vez excitado.
    
    –Buen trabajo, nena. –Dijo Pedro sonriendo. Yo también sonreí al ver que los otros se habían estado masturbando.
    
    –¡Me toca! –Exclamó Sergio.
    
    El pene de Sergio era más pequeño que el de Pedro, y estaba cubierto por el prepucio. Cuando intenté retirar la piel hacia atrás él se quejó.
    
    –¡No hagas eso!
    
    –Jajaja, Sergio, deberías operar tu fimosis. –Se burló Juan.
    
    –Si hombre, voy a dejar que acerquen un cuchillo a mi polla, no te jode… Venga Paula, Hazlo rápido.
    
    Como siempre, hice lo que me decían. La polla de Sergio si me cabía entera. Movía mi cabeza mientras con la mano le acariciaba los testículos. Él sacó una cámara y empezó a grabarme en vídeo mientras me decía guarrerías y me llamaba puta. Yo trataba de ignorar la cámara, pero él me mandaba mirarla y sonreír. Me sorprendió lo rápido que se corrió, los demás se burlaron de él por eso.
    
    La siguiente polla que me comí fue la de Alberto. Tenía unas ...
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