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Una tarde calurosa de ayo en el metro
Fecha: 28/10/2017, Categorías: Incesto Autor: TheWatcher, Fuente: CuentoRelatos
... parado pensando, quizás sea hora de regresar. Pero algo dentro de mi como una especie de presentimiento me dio valor para seguir adelante. La alcanzó y le hablé y no volteo hasta que le dije. Ya no hullas de mi hermosa y sexy mujer. Que me traes loco desde el vagón. ¿Y se volteó mirándome furiosa, así que eres tú el que venía pegado a mi como sanguijuela? ¡El mismo! ¡Y que ya no aguanta más! ¡Le dije sinceramente y tal vez quiero creer que eso fue lo que hizo que me aceptara tal vez por lástima o por calentura o por ambas, pero le dije en un tono de desesperación lo mucho que me excitaba! La tomé por las manos y la miré directamente a los ojos y le dije lo mucho que me excitaban las mujeres maduras. Y ella me dijo en tono de burla. Si ya lo comprobé y me miró el paquete. (Le dije con gran nerviosismo y con voz temblorosa) que yo no acostumbraba a hacer ese tipo de locuras ni tener esas actitudes, pero una mujer como ella no se veía todos los días! Y ella recapacitó y me miró con una ternura casi maternal. (Increíble pero así fue). Me dijo volteando a ver su reloj, ven acompáñame aquí hay un parque cerca. Y nos sentamos como si fuéramos los mejores amigos y ella me tomaba de las manos sin soltármelas, yo no dejaba de acariciarlas y que casa centímetro se su piel era irresistible para mí. Le pedí disculpas por mi actitud. Sentía arrepentimiento por haberle faltado al respeto, pero mi adrenalina me había invadido y ella se había dado cuenta de ello y lo ...
... comprendió. Me dijo que un principio pensaba denunciarme con un policía, pero al no ver a ninguno desistió y dijo que era cosa de diaria que el faltarán al respeto pero que ya se había acostumbrado. Además, base insiste tanto si no quiere algo a cambio. Ella dijo entre risas; realmente le gustó y le halagaba que un joven se fijara en ella ya que (venía la confesión) de que ella era una mujer con hijos grandes y con un marido infiel. Tremendo imbécil con ese mujerona. Así qué le excitó la idea de sentirse aún deseada y más por un joven que le parecía atractivo a la vista. Y que yo era su escape para realizar sus fantasías frustradas. Para ese entonces yo ya estaba más excitado tenía gran erección cosa que el fascinaba ya que durante todo el tiempo veía que no perdía. Y eso era algo que Quería en el fondo aprovechar. Yo le tenía mis manos en sus muslos y tocaba sus piensa cruzadas con descaro y discreción ya que pasaba la gente de vez en cuando y no queríamos dar espectáculos en plena vía pública. Ella tocaba y rozaba mi cara y barba se dos días y m dejaba se mirarme fijamente con esos ojos color miel. ¡Yo me decidí y la tomé por sorpresa besándola con gran pasión y ella sólo se hizo para atrás! ¡No! ¡Dijo en un susurro! Él hablaba muy suavemente y con una voz que pareciera una serpiente siseando. Y lo volví a intentar y esta es no encontré resistencia se su aparté, por el contrario, recibí una pequeña mordida en mi labio inferior que me hizo comprender que ...