1. Una tarde calurosa de ayo en el metro


    Fecha: 28/10/2017, Categorías: Incesto Autor: TheWatcher, Fuente: CuentoRelatos

    ... al brincar el vagón era delicioso sentir esas nalgas brincar y el bamboleo. A mí me faltaban una estación para bajar, pero ella no se movía y parecía que tal vez iría más estaciones o al final. ¿Qué haría yo? Quería seguir disfrutando de ese enorme trasero que me rozaba la espalda y mis nalgas cada vez más. Estaba seguro de que habría algo más y si me bajaba ahí terminaría todo. Decidí dejar pasar mi bajada y seguimos así dos estaciones más, creo que ya iba bajarse, pero hasta que se dirigió a la puerta pasada una estación más y yo detrás de ella. Quería saber hasta dónde me dejaría llegar. Descaradamente me pegue detrás de ella para que sintiera mi tranca y se volteó discretamente para ver quién era y sólo me miro a través del reflejo del vidrio y no dijo nada. Solo vi su mirada y esos grandes ojos color miel viéndome a través del reflejo de la puerta. Sentó como sí atravesará mi alma, tenía una mirada muy fuerte y penetrante, casi animalesca. La comparan con un León. Se abrieron las puertas. Ella abriéndose paso a empujones, yo la tomé por la cintura como si viniera con ella para ayudarla y ni siquiera volteo a ver quién era su acomedido anónimo.
    
    La empecé a seguir entre la gente, pero huía de mí y a que a pesar de los tacones se movía bastante rápido y podía ver como se bamboleaban esas enormes nalgas delante de mí y como se iban alejando entre la gente. (Siempre me ha sorprendido lo rápido que caminan y corren al mismo tiempo las mujeres de un acosador) en este caso ...
    ... Yo.
    
    Decidido a seguir hasta el final, veía como no era el único que se percataba de su curvilíneo cuerpo ya que un sujeto que venía bajando las escaleras eléctricas, la volteo a ver con descaro, no me había visto y se subió a las escaleras en dirección a ella, la empezó a seguirla también y eso me sorprendió. Ya que se descaro y la venia del otro lado, pero al ver tremendo trasero se volteo en dirección contraria y se puso a seguirla. Y yo no pensaba compartir el trofeo. En ciertas estaciones los pasillos son largos y profundos y hay que subir hasta dos escaleras eléctricas. por lo regular a esas horas están vacíos por no ser la hora pico. El tipo la alcanzo y camino a su par. Además, fue ignorado por ella ya que él le venía diciéndole cosas de cerca y ella sólo lo ignoraba. Yo venía arras se ellos y m e acerqué lo más que pude para escuchar mejor y sólo alcancé a escuchar que le dijo;
    
    ¡Andale no te hagas de rogar!!
    
    Él se cansó de ser ignorado y se dio la media vuelta en medio de palabras altisonantes. ¡Allá tú puta! ¡Tú te lo pierdes! Al tiempo que decía eso se me quedo mirando fijamente y adivino que yo haría lo mismo. Lo curioso es que era un hombre trajeado y bien arreglado. ¡Caras vemos! El tramo de pasillo tan largo del metro y tan sólo me dio valor para seguirla hasta la calle. Quería ver donde vivía o algo por el estilo. La seguí durante tres cuadras más y se dúo cuenta ya que volteó y se me quedo mirando retadora mente y se fue más rápido. Yo me quede ahí ...
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