El día que cambió mi vida (Tercera parte) - Relatos Eróticos

El día que cambió mi vida (Tercera parte)

... porque no a todos les pasaba lo mismo, que yo era muy afortunado y que debería darle gracias a Dios de tener la suerte de estar vivo, le di la mano y lo abracé y le dije que ojalá y después pudiera yo ayudarlo a el, algún día.

Me ayudó a salir de aquel lugar solitario y me invitó a no volver nunca más porque era un lugar de encuentro para personas homosexuales y por eso había tanto robo y homicidio en ese lugar, de nuevo le agradecí y me dirigí hacia la salida, estaba a punto de llegar cuando se me emparejó un caballero muy bien vestido y muy elegante, se acercó muy amable a mi y me dijo; mi nombre es Horacio, yo ya desconfiado de todos no deje que se me acercara mucho, pero él tomando mi mano la besó, eso me desconcertó totalmente y no supe qué hacer.

Él tomando la iniciativa me dijo “Mira te voy a hablar claramente, yo me di cuenta cuando te estaban violando pero como es un tipo muy peligroso no me acerqué y ahora quiero ayudarte, me permites llevarte a tu casa?, en el estado en que éstas tal vez no llegues y no me gustaría que te pasara nada porque la verdad sea dicha me gustas mucho, y en verdad aunque suene cruel me hubiera gustado ser el que te estuviera violando porque estás delicioso”, al decir esto empezó a masajear mis nalgas con dulzura y me dio un beso en la boca, después de todo lo que me había pasado pensé si me van a violar una vez más pues que sea este caballero tan amable.

Me ayudó a llegar a su carro aunque no desaprovechó la oportunidad de tocar ...

... mis nalgas y arrimarme su pene que lo sentí muy grande, me asuste y él sólo me dijo: Te gusta? no te preocupes lo haría con calma y despacio, lubricado no te dolerá mucho te lo prometo, pero ahora vamos a que comas algo porque me imagino que no has comido o me equivoco? no le respondí tan sólo fue un desayuno muy ligero, Entonces no se hable más te voy a llevar a que comas muy bien y luego ya veremos.

Para este momento ya estaba oscuro y el reloj del carro marcaba las 7:15 pm, puso el seguro después de abrirme la puerta y ayudarme al sentarme en el asiento, le pedí que abriera un poco la ventana para sentir el aire en mi cara y así poder calmarme, empezó a contarme algo acerca de él pero yo estaba tan cansado que volví a quedarme dormido.

No supe cuánto tiempo pasó pero al despertar yo estaba en una casa muy elegante una especie de finca, aquel caballero muy amablemente me ayudó a bajar y me dijo: esta es una de mis casas y cómo te vi muy cansado no quise llevarte a un lugar público, así que decidí traerte aquí, ya ordené todo tipo de comida para que tú puedas comer a gusto y después ya veremos qué decides.

La casa era muy grande y muy acogedora, la comida deliciosa pero tantas emociones y violaciones me tenían hecho un guiñapo, mi ano me dolía demasiado y mi cuerpo todo lastimado reclamaba un buen baño y luego mucho descanso. La idea de que aquel caballero tan agradable y varonil me hiciera el amor una vez más, no me atraía mucho porque ya había descubierto el tamaño ...