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Taburete encharcado
Fecha: 06/03/2021, Categorías: Gays Autor: Anónimo1, Fuente: CuentoRelatos
... atraparan haciendo algo sucio, no había querido que lo atrapara el hombre cuyo taburete había estado follando como una especie de perro en celo. No podía hablar, realmente no podía encontrar ninguna manera de disculparse por lo que había estado haciendo, porque realmente no lo sentía. Se había sentido condenadamente bien y, honestamente, deseaba que se hubiera deshecho de todo eso. Ahora estaba duro como una roca y dolorido con el corazón en la garganta. El movimiento atrajo su atención y lentamente se inclinó hacia atrás, con los pantalones y la ropa interior en los brazos. Daisuke se paró frente a él, bloqueando efectivamente su salida. - Creo que... necesitas un pequeño castigo por follar mi asiento de esa manera -. Su voz tenía una nota de humor, una diversión a la que Ken se aferró de inmediato. - Yo... no lo sé, me dejé llevar -. sonaba como un imbécil torpe. Daisuke metió los dedos en su cabello cuando se inclinó, lo besó brevemente y luego se apartó lo suficiente para decirle -Deja caer la ropa, dale la vuelta, inclínate sobre mi taburete y muéstrame tu culo Parpadeó ante el otro con sorpresa, pero inmediatamente hizo lo que le ordenaron. Su ropa regresó a donde la había dejado caer la primera vez y rápidamente se apartó de Daisuke, se recostó sobre el taburete y se deslizó hacia adelante hasta que sus manos tocaron la pared de nuevo. Se reposicionó para que su polla presionara contra el cuero ahora cálido y empujó su trasero lo suficiente para ...
... mostrarlo. Manos cálidas encontraron sus nalgas, extendiéndolas y luego amasando hasta que no pudo evitar soltar un gemido. Si esto se dirigía hacia donde él creía que estaba, tenía una buena puta hasta que terminó la maldita silla. Se empujó hacia atrás en el toque, con la esperanza de ganar más si parecía lo suficientemente ansioso. Una mano dejó su culo y unos momentos después, dos dedos presionaron su entrada, resbaladamente con lo que supuso que era saliva. Un suave gemido salió de sus labios y empujó contra ellos, jadeando cuando uno se deslizó en su ano. Los sonidos de la pornografía enmascararon sus tranquilos ruidos de placer mientras el dedo intruso lo follaba lentamente, obligándolo a hacer un ligero movimiento de balanceo contra la silla de Daisuke - Siempre supe que eras una pasiva muy puta por más activa que quieras ser-. Una vez más había diversión en esa voz, nada pretendía ser doloroso en aquellas palabras. Se quedó sin aliento cuando el segundo dedo se deslizó dentro de su cuerpo y empujó con fuerza los dígitos, queriendo que fueran más profundos. - Deja de hablar maldito mirón... y date prisa y follame Daisuke gruñó, sacando sus dedos. - Exigente, ¿verdad? - Si no me follas en el siguiente minuto, mearé en tu silla en lugar de correrme en ella -. No le importaba si lo hacía sonar obsceno o sucio. Quería a Daisuke ahora mismo y si así era como iba a buscarlo, que así sea. El sonido de la cremallera del otro le dijo que cumpliría con sus ...