1. Taburete encharcado


    Fecha: 06/03/2021, Categorías: Gays Autor: Anónimo1, Fuente: CuentoRelatos

    ... necesitado.
    
    Daisuke esperó a que el último arrebato del semen dejara el cuerpo de Ken antes de que lo agarrara por la cintura y comenzara a follarlo por todo lo que valía. Lo apretó con fuerza, empujando su polla con avidez dentro y fuera de ese agujero apretado.
    
    - Voy a correrme... te haré sentir cuando lo haga", jadeó en la oreja de Ken cuando sus movimientos se volvieron erráticos. Un gemido bajo llenó el aire y golpeó con fuerza, empujando ligeramente unas cuantas veces mientras sus bolas se aliviaban poquito a poco.
    
    Momentos más tarde, retrocedió tambaleándose, apoyándose contra la pared mientras jadeaba por recuperar el aliento. Sus ojos se encontraron con los de Ken y se rió suavemente.
    
    - Deberíamos dejar tu semen en el asiento y ver si alguien se da cuenta, me lo tomaré como un regalo especial tuyo, me encantará sentarme encima de tu amor Ken agachó la cabeza, sacudiéndola con una sonrisa en su rostro.
    
    - Me pides que arregle tu ordenador, me follas y ahora estás esperando que deje mi ...
    ... esperma en tu asiento? Eres increíble... -. Se levantó del asiento, limpiando deliberadamente el resto del semen que se aferraba a su polla en el borde antes de recoger su ropa y volver a ponérsela.
    
    - Pero si quieres sentarte en él, entonces ese es tu problema el semen y el olor desaparecerán con el tiempo, mejor quédate con este recuerdo de mi viendo pornografía y corriendome mientras me mirabas -. Le lanzó una sonrisa a Daisuke antes de poner sus pies en sus sandalias y volver a la computadora. Limpió el caché y el historial del navegador antes de cerrarlo y luego apagar la computadora.
    
    - La próxima vez... hazme gritar... si es que puedes -. Con eso, se metió las manos en los bolsillos y salió por la puerta, sin siquiera mirar por encima del hombro. Daisuke se quedó allí, con la espalda pegada a la pared, y sus ojos siguieron al otro hasta desaparecer por completo.
    
    - La próxima vez... si puedes... -. se rió entre dientes, como le gustaba esa pequeña y gran rivalidad que no desaparecía nunca en ellos. 
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