1. La ventana


    Fecha: 08/03/2021, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    No podía dejar de hacerlo, mis manos, como si tuvieran vida propia, acariciaban mi cuerpo, mirándome en el espejo de cuerpo entero que hice montar en el cuarto de baño. Desde que mi marido me abandonó, el deseo de sexo parecía haberse desequilibrado, tenía siempre un ardiente furor por la masturbación, cada dia la practicaba tres o cuatro veces, no podía contenerme, en la cama, en la ducha, en la cocina, dejaba que mi mano bajara hasta mi entrepierna, tenía las bragas mojadas del flujo que rebosaba de mi vagina, sin poderlo remediar, metía mis dedos entre los labios de la vulba, frotando desesperada el clítoris, y no dejaba de frotar hasta que con un grito de placer, me corría, con mi mano cubierta de la eyaculación, medio satisfecha, volví a mi tarea, ya fuese cocinar, acabar de ducharme, o decidirme a dormir, aun con los espasmos de mi corrida.
    
    Vivo en un apartamento sencillo, mi marido me paga religiosamente cada mes lo que el señor juez dictaminó, no me puedo quejar, vivo bien, pero me falta una vida sexual mas llena, estoy siempre como una gata en celo, sueño con hombres de grandes vergas, que me penetran, me comen la vagina, me chupan el clitoris, yo les correspondo mamándoles, el miembro, manteniéndolo entre mis labios mientras eyaculan, (siempre me ha gustado el sabor del semen), cuando se han vaciado sus testículos, entonces me penetra hasta el fondo de mi vagina, sin descanso, con el miembro todavia en erección, es con este pensamiento que acabo siempre ...
    ... masturbándome.
    
    Por casa, siempre voy desnuda completamente, me acerco a la ventana para constatar que desde el edifio de delante no hayan mirones, aunque mi deseo sería que algún hombre me descubriera, que se diera cuenta que yo quería provocar el deseo en él. O una mujer, que tambien me gustaba acariciarla, sentir como mi lengua entrando en su vulba, rozando el clítoris le hacía gritar de placer, mientras yo metía mis dedos en mi vagina, y sorbía golosa su flujo caliente.
    
    Hace unos dias que me pareció ver en el apartamento frente al mio, habían entrado tres chicos, parecían estudiantes, de los que alquilan el piso a medias, los vi como recorrian las habitaciones, como si estuvieran repartiéndoselas, me anime, ojalá se decidieran a ser mis vecinos, aquella noche no pude dormir, en mi cabeza daban vueltas mil historias lujuriosas, despues de una paja, por fin satisfecha, me corrí, tuve que levantarme para lavarme, con mi mano apretando los labios de la vagina para evitar la salida de flujo, no podia dejar que la corrida manchara las sábanas.
    
    Antes de poner los pies en el suelo, metí los dedos en mi sexo, masturbé el clítoris, me penetré dos dedos dentro de la vagina, despues de varios espasmos placenteros volví a correrme, quedé sobre la cama para recuperar las fuerzas para levantarme. Desnuda me metí en la ducha, cuando estaba enjabonada, abri el grifo del agua a toda presión sobre el sexo, la presión del agua me proporcinaba el mismo placer sobre el clítoris que la mano de ...
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