1. La carta, el fin de un amor (Parte 3 de 3)


    Fecha: 29/10/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos

    El ruido de las primeras gotas de lluvia me hizo levantar la vista, había refrescado, se había levantado viento arrastrando hojas por doquier en forma descontrolada.
    
    A un costado de la mesa la cerveza empezaba a calentarse, tomé un par de tragos más, un tanto incrédulo, cuanto tiempo había sido cornudo y yo tan inocente, tanto me había esforzado en complacerla, tanto trabajo, tantas horas perdidas, como un macabro rompe cabezas las primeras piezas empezaban a encajar, esa parte de la historia que jamás hubiera imaginado, otro trago, y de nuevo a sus letras manuscritas.
    
    Te voy a confesar algo, en ese momento te odié, Juan, Juan, mi querido Juan… por qué diablos siempre tuviste que ser tan perfecto, tan respetuoso, tan romántico, tan sumiso conmigo… por qué nunca me tomaste por la fuerza y me trataste como una perra, como a una puta, por qué nunca no me diste unas nalgadas y me la diste por el culo a lo animal salvaje si era que tanto lo deseabas?
    
    Sabes qué? no era el enorme tamaño del miembro de tu jefe lo que me había enloquecido, sabes que eso era irrelevante, sabes que fue? La forma en que me trató, la forma en que me humilló, como tomó lo que quiso de mí y solo me dejó sin miramientos, sin un beso, sin una caricia…
    
    Seguro no lo recuerdas… pero esa noche estuve encendida, hicimos el amor como hacía tiempo que no lo hacíamos pero honestamente en mi mente estaba Dardo y lo que había vivido con él, te fui infiel, en cuerpo y pensamientos…
    
    Pero no te escribo ...
    ... esto para que me juzgues, qué caso tiene ahora, cierto? Solo intento cerrar una vieja historia…
    
    Miré la hora, era tarde, llovía torrencialmente y no quedaba casi nadie en el lugar, pero aún me quedaba texto por leer…
    
    Después me sentí mal, me sentí sucia, cargos de conciencia sabes… quise hablarlo contigo, pero no tuve valor, cada vez que me decidí a hacerlo sencillamente no pude, no pude abrir la boca, no pude decir palabra… así que solo dije, ‘ya está… secreto de mujer’
    
    Cobarde? Si… lo admito…
    
    Un mes después, Dardo me llamó a mi celular, me consultaba por las horas extras, que pensaba hacer, ese contrato no escrito caducaba y salvo otro encuentro ya no habría trabajo, y con eso no habría dinero.
    
    Yo no quería caer nuevamente, pero tampoco podía cambiar las cosas, le di a elegir dónde encontrarnos, en casa o en el trabajo, él me dijo que pasaría por casa en un par de días y así quedamos entonces.
    
    Sin embargo adiviné que en casa volvería a someterme y te lo juro, te lo juro por la luz que me alumbra que en ese momento ya no quería que lo volviera hacer, por lo que decidí tomar la iniciativa y al día siguiente me presenté en tu trabajo, las locuras que hice… pensar que podría haberte cruzado en el momento menos indicado.
    
    Bien, le avisaron de mi presencia por intercomunicador y me tocó esperar como una hora, al fin hizo que me acompañaran a su despacho, era la tercera vez que estaba en ese lugar.
    
    Parecíamos locos, yo le hablaba de tus horas extras y que a mi ...
«1234...»