1. Necesidades de una mujer embarazada


    Fecha: 13/03/2021, Categorías: Confesiones Autor: Sandra_lujuria, Fuente: CuentoRelatos

    ... se asomaba por el borde de la puerta, al tiempo que me preguntaba si ya me iba a dormir.
    
    -Sí. Estoy algo cansada.
    
    -Oye, quería disculparme contigo por lo de hace rato.
    
    -¿Qué? Si no hiciste nada. No tienes por qué pedir disculpas.
    
    -Bueno… - volvió a decir el muchacho –Es que me pareces muy bonita, así embarazada como estás. Perdóname si te incomodo con esto, pero es… - No lo dejé continuar hablando, porque me lancé a su boca y empecé a comérsela como si fuera un rico helado. Cerré la puerta y abrazados caminamos hacia mi cama mientras le iba quitando el pantalón y él me tocaba toda debajo de mi vestido de maternidad. Sobra decir que para ese momento yo estaba lista para que me penetrara con un camión de tres ejes, si le daba la gana. Estaba tan mojada que escuchaba cómo los dedos de Héctor resbalaban hacia el interior de mi vagina haciendo un ruido muy peculiar y por demás excitante.
    
    Me quité las bragas y me acosté en la cama con Héctor. Estuvimos besándonos y tocándonos un par de minutos, pero el tamaño de mi barriga de 5 meses dificultaba tremendamente las cosas para algo más, así que me puse de pie y levantándome la falda le dije que me lo hiciera ahí parada. Me empiné frente a él y le ofrecí mi vagina abriéndome las nalgas con las manos. No sabía por qué rayos el doctorcito tardaba tanto, yo estaba urgida como una perra en celo. -¿Qué haces? Cógeme ya- Le pregunté desesperada porque me penetrara. Cuando sentí que por fin me empezaba a meter su miembro, supe ...
    ... que había tomado tanto tiempo porque se había puesto un preservativo.
    
    No pasó mucho tiempo para que yo tuviera un orgasmo y supongo que mis gemidos excitaron mucho a Héctor, porque cuando yo estaba terminando de disfrutar de mi clímax, el muchacho me sujetó de los senos y empezó a darme con tantas ganas que me tuve que agarrar del borde del clóset. Empecé a mecer el culo fuertemente y al poco rato estaba otra vez por alcanzar el cielo. Pero la deliciosa sensación desató algo curioso en mi cuerpo (no entiendo bien por qué, así que culparé de nuevo a mi embarazo). Cuando el miembro de mi amante llegaba más al fondo de mi cavidad, yo sentía muchas ganas de orinar.
    
    -No tan duro, guapo- Le pedí pensando que así podía quitarme las ganas de hacer pipí.
    
    -¿Te estoy lastimando?
    
    -No es eso, es que creo que tengo que ir al baño y cuando me lo metes fuerte me dan más ganas de hacer pís.
    
    Héctor rio un poco y en lugar de hacer caso a mi petición, me tomó del cabello y empezó a cogerme violentamente mientras mi cabeza se levantaba hacia atrás. -¡No! ¿Qué haces?- Le pregunté e intenté retirar su pene de mi vagina, pero Héctor no me dejó.
    
    Un potente chorro de orina escapó de mi vagina al mismo tiempo que todo mi cuerpo se tensaba en uno de los orgasmos más intensos que he tenido. El líquido me escurría por los muslos hasta los tobillos mientras mi hombre seguía taladrándome.
    
    Para mi buena suerte, estábamos follando cerca de la puerta y con un rápido movimiento, alcancé a ...
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