1. Los senos de Olga, una fantasia


    Fecha: 19/03/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... en uno de los sillones de la sala y zafó tres de los botones de su blusa de encaje, la vista era esplendorosa, aún sin sacarse por completo la blusa. Así la capté, cuidándome de no hacerlo con su cara, le pedí que llevara su blusa mas debajo de los hombros, lo hizo, mi erección era tal que resultaba casi imposible que Olga no se diera cuenta, al zafar su blusa, el brasier hacia esfuerzos por mantener ajustados esos riquísimos melones, mi excitación no podía disimularse y eran tan solo las primeras tomas. Olga, se despojó de su blusa y quedó solamente en el brasier negro, de encaje, que rica estaba, posaba como yo le pedía, le dije que cogiera sus senos con las manos como ofreciéndomelos, lo hizo, ella no tenía inconveniente en mostrarme las tetas como yo se lo pedía, no hubo necesidad de que se vistiera con las restantes prendas que llevó, las fotos eran de una sensualidad extrema, Olga me dijo que cual me parecía su mejor pose y yo le dije que aquella donde cogía sus senos, le pedí que volviera a hacerlo y lo hizo.
    
    Debí haber tomado mas de 50 fotografías, en todas las posiciones, en eso Olga me complacía absolutamente en todo, pero llegó un instante en que ella se dio cuenta, porque ya era inocultable, de mi erección, mi húmeda verga estaba como si quisiera salirse del pantalón e incluso había mojado una parte de mi pantalón y me preguntó, como queriéndose dar por no enterada, que si en esos momentos sentía algo especial, que ella se había dado cuenta que las miradas ...
    ... hacia sus senos no solamente eran las de alguien que captaba fotografías, sino que ella intuía algo más. No tuve alternativa diferente a la de confesarle lo que de mucho tiempo atrás sentía por ella, le dije que me excitaban tremendamente sus senos, que vivía obsesionado con ellos, que casi diariamente me masturbaba pensando en esos deliciosos melones, que pensaba que no habría nada más delicioso que tenerlos al alcance y poder disfrutar de ellos, pero también le dije que nuestra cercana relación me obligaba a ser extremadamente prudente y reservado.
    
    Olga se sorprendió inicialmente, pero no hubo ningún reproche en sus palabras, me dijo que ella nunca había sido infiel a su esposo, que no pensaba serlo, pero que la situación en la que nos encontrábamos en esa habitación también la había excitado, que solamente estando excitada hubiere llegado a la desinhibición de posar en la forma que lo había hecho, mostrándome sus senos de manera tan íntima, accediendo a todo lo que yo le pedía. En ese momento, me senté a su lado y Olga dejo sus senos al alcance de mis manos, ella tomó mis manos y las colocó sobre sus hermosas tetas, yo empecé a tocarlas, en este momento Olga se recostó en el sillón, dejándose hacer, permitiéndome con entera libertad que tocara sus senos, dejando que mis manos recorrieran la seda de su brasier, empezó a retorcerse, estaba excitada, y lanzaba gemidos, mis manos trabajaban en la textura de sus deliciosos senos, y Olga, esa bella mujer, tomó mi verga por sobre ...