1. Luis, Jacobo y un verano 09 Bruno descubre nuestro secreto


    Fecha: 30/10/2017, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... hubiera sido lógico. -¡Ayy! Jacobo, aún no he hablado con mis padres, no quiero que se enteren antes de que yo se lo diga. –entonces sonrió muy seguro de sí mismo. -No lo sabrán, Bruno guardará silencio si le dejamos participar. –otro mazazo que tiraba por el suelo mis convicciones sobre lo que era la gente que nos rodeaba. Discutimos un buen rato, pero ya estaba todo el mal hecho y no quedaba otra solución más que hablar con mis padres lo más pronto posible, después de Bruno se enteraría mi tía y entre ella y mamá no había secretos. A pesar de mi disgusto y enfado no puse objeciones a que sacara mi verga, me la pusiera dura y aceptara una mamada, ciencia en la que empezaba a ser maestro, yo le pagué con la misma moneda. Terminamos como siempre lamiendo de nuestros labios la corrida el otro. Esa noche le daba muchas vueltas a la cabeza, pensando el mejor momento para sincerarme y hablarle a mis padres, algunas veces se metía la imagen de Bruno por medio y me producía morbo pensar que mi primo quisiera jugar a lo marica con nosotros, porque para él todo eso eran mariconadas y así pensaba de los chicos que actuaban como su hermano y yo, claro que nosotros no éramos tan amanerados como Felipe a quien no soportaba. Me dormí con un ligero cosquilleo en el pene, pensando en las posibilidades que se nos presentaban con la participación de mi primo Bruno. Mi primo parecía haberse olvidado de nuestra conversación y no sucedía nada, cuando estaba delante de Bruno le miraba esperando ...
    ... encontrar en él algo que me rebelara lo que Jacobo me había confesado, sin éxito salvo que desviaba su mirada al encontrarse con la mía. Una de esas noches mama me llamó para que bajara a cenar, papá llegaría un poco tarde y debía cenar para marchar a la cama. Todo pasaba normal, cené y después de ducharme y lavar mi boca me metí en la cama. No podía dormir dando vueltas en mi cabeza a la idea de que debía de hablarles cuanto antes, era mucha mi suerte de que todo se hubiera calmado. Comencé a escuchar el ligero crujir de las escaleras, casi siempre dormía con la puerta abierta y vi en ella las siluetas de mis padres y como se acercaban a mi cama. -¿No duermes aún Luisito? -se sentaron cada uno a un costado de la cama, papá se inclinó para acariciar mi cabeza y luego bajó la suya para besarme en la frente, sentía en mi nariz su característico olor, mezcla de su colonia, tabaco y alguna bebida alcohólica que había tomado, sus calientes labios se apretaban en mi frente, entonces rodeé con mis brazos su cuello para que no se apartara. -Papá, papá, os quiero. –cayó sobre mí su pecho, mamá encendió la lámpara y no dejaba de abrazarme a papá. -Para, para, chiquitín. Nosotros también te queremos hijo pero, ¿a qué viene esto? -reía, a pesar de lo que decía no se movía para apartarse. -No os enfadéis conmigo, por favor, no lo hagáis. –papá se debió de dar cuenta que algo grave sucedía por la tensión de mis brazos apretando su cuello, me apartó con suavidad para que nos miráramos a los ...
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