1. Luis, Jacobo y un verano 09 Bruno descubre nuestro secreto


    Fecha: 30/10/2017, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... ojos. -¿Qué le pasa al niño de esta casa? -sonreían sus ojos y su boca también. -Me gustan los chicos papá. –fue un susurro que ellos entendieron, se quedó quieto, su mirada no cambió y extendí los brazos para que me abrazara, como cuando era pequeño y caía al suelo y necesitaba que me levantara. Resultó un abrazo largo, donde me rodeo en sus fuertes brazos para estrecharme en su pecho y mamá acariciaba mi cabeza. Cuando me dejaron solo no podía creer que hubiera sido tan fácil, que todo se resolviera en un minuto. Me soltó del abrazo aunque yo no quería, aún me avergonzaba mirarle a la cara después de mi confesión, encontrarme con cualquier detalle que indicara rechazo. ¡Dios mío! Sabían lo que era su hijo desde siempre y ahora agradecían que confiara en ellos. No hablamos mucho esa noche, sería después cuando les revelaría lo que Jacobo y yo hacíamos, tampoco les sorprendió demasiado y sobre lo del tío no les dije nada, era un secreto entre él y nosotros, no podía denunciarlo, si él lo creía oportuno se lo revelaría en su momento. Si que les sorprendió todo lo que conocía sobre el sexo y les agradecí que no quisieran indagar de donde me había llegado. Pasó más de un mes hasta que Jacobo me confesara que ya le mamaba la verga a su hermano, que a pesar de gustarle las chicas su curiosidad era igual o mayor que la nuestra y que las mamadas de Jacobo le habían hecho alucinar. No me resultó extraño pero si violento el encontrarles una tarde de domingo en la habitación de ...
    ... Jacobo. Bruno permanecía tumbado en su cama con los pantalones bajados, el bóxer justo debajo de sus pelotas y el rabo al aire, tieso como un mástil, descapullado y el glande rojo y brillante. En un principio Bruno quiso tapar su virilidad con las manos y subirse el bóxer mientras Jacobo no le dejaba tirando de ellos para bajárselos más. -No decías que querías estar con nosotros y ahora tienes vergüenza. –luchaban con la prenda para bajarla o subirla y venció mi primo menor. Le había visto la polla a mi primo muchas veces pero en el estado en que la tenía cuando llegué nunca, no era muy diferente a la de Jacobo o mía, ¿pero qué digo? Me ganaba por más de cuatro centímetros y resultaba más gruesa, la mía era ligeramente más larga que la de mi primo Jacobo. Eran iguales en otros aspectos como que el prepucio de los tres cubría los glandes, que eran más morenas que el resto de nuestra piel, que el vello de mis primos era rojizo y el mío rubio. Llamó mi atención desde la primera visión que tuve de ella, me acerqué hasta la cama y baje la mano para coger las de Bruno que tapaban su polla, no opuso resistencia como hacía con su hermano, su verga ahora estaba rendida sobre su pubis, aún húmeda y el glande se había vuelto a esconder. No la toqué, en su lugar pasé los dedos por su escroto suavemente notando los pelitos que tenía allí, me gustaba sentirlos acariciar las yemas de mis dedos, apreté ligeramente la arrugada bolsa y Bruno emitió un suspiro, Jacobo desabotonaba su camisa ...
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