1. Fiebre del sábado a la noche


    Fecha: 22/03/2021, Categorías: Gays Autor: buitrepanda, Fuente: CuentoRelatos

    ... placer me hacés sentir”, le dije, mientras él se tragaba toda la leche que le iba eyaculando una y otra vez.
    
    -“Me alegro que te haya gustado”, me dijo, y bajó besándome mi pene, mis testículos, mi entrepierna hasta que su lengua llegó justo, a las puertas de mi “canal del placer”, y empezó a lamerme el culito, primero, para de a poco, empezar a meterme la lengua dentro de mi ano. ¡¡Por favor!! ¡¡Qué placer!! ¡¡Ni se lo imaginan!!
    
    -"Ayy mi amor me enloquecés. Tu “beso negro” no me lo olvidé más desde que me lo diste el mes pasado. Seguí, por favor, seguí”.
    
    Entonces mientras sentía su lengua, comencé a sentir otra cosa más acercándose a mi culito, el cual entró deslizándose: su dedo mayor.
    
    Su boca empezó a besarme mi pene, mi ombligo, mi abdomen, luego se detuvo un ratito en cada una de mis tetillas jugando con ellas con su lengua, hasta que finalmente llegó a mi boca, siguiendo jugando con su dedo dentro de mi culito.
    
    -“Te adoro, C. Siempre te deseé. Años y años”, me dijo, acercando su boca a la mía y dándonos unos hermosos y cálidos besos de lengua, y su dedo ya en estos momentos, entraba y salía de mi culito.
    
    -“Querés que te coja, ¿verdad?”, me preguntó, a lo que yo le respondí mirándolo a los ojos y moviendo mis caderas para sentir su dedo dentro mío.
    
    -“Bueno”, me dijo, “entonces empiezo”.
    
    De repente comienzo a sentir otro dedo tratando de entrar en mi culito. Ya empezaba a sentir un pequeño dolor, por supuesto, pero dolor lleno de placer. Y ...
    ... mientras nos seguíamos besando, su otro dedo, logró entrar todo dentro de mí por lo que ya tenía dos dedos suyos, dentro de mi culito, que entraban y salían. Que dicho sea de paso, en cada salida de sus dedos, yo le decía:
    
    -“No, por favor, no los saques. Metémelos más adentro.”
    
    Cuando vio que mi culito ya estaba con una pequeña dilatación relativamente importante, los sacó y me dijo:
    
    -“Bueno, mi amor, ahora empieza lo mejor para los dos”, me hizo apoyar mis piernas sobre sus hombros y comenzó poniendo en la entrada de mi “canal” su glande, el cual era bastante importante de tamaño. Bajó un poquito, me chupó un poco más el culito, luego se irguió sobre sus rodillas, y empezó a meterme su pedazo, lentamente pero sin pausa.
    
    ¡¡Nuevamente tengo que escribir: ¡¡qué placer!! ¡¡¡¡Volaba..!!!!
    
    -“Dale, dale…. Metelo... metelo todo de una vez por favor...!!!!”, le pedía con urgencia.
    
    Entonces acercó su boca y nos besamos más que apasionados, parecíamos dos desaforados que, parafraseando un tema musical, “parecía que fuera a ser nuestra última noche”, y empezó a cogerme más fuerte, pero lentamente. Bien adentro mío. Se quedaba unos segundos quieto. Y luego retrocedía hasta quedar su pedazo casi fuera de mi culito. Y otra vez. Bien fuertemente adentro mío, y a los segundos otro retroceso.
    
    -“¿Te gusta, C?”, me preguntó.
    
    -“Sí, mi amor, síííí…aaaahh!! Gggg”.
    
    Yo ya no tengo adjetivos. Pónganlos ustedes.
    
    Yo en cada empujón de él, trataba de ir hacia adelante como para ...