1. Mi obsesión por carolina


    Fecha: 25/03/2021, Categorías: Hetero Autor: Logaris, Fuente: SexoSinTabues

    Hola, mi nombre es Pedro, tengo 51 años y esto paso hace algún tiempo. Es la primera vez que relato esta historia pero cuando pienso en ella se me pone muy dura y pienso que debo compartirla con vosotros. Corría el 2008 más o menos, ese año yo era pareja de una mujer llamada Rosa. Era una mujer alegre y simpática, según vi en fotos en el pasado era muy atractiva, pero con el tiempo se fue dejando y ahora no es ni la sombra de lo que fue. Aunque he de decir que yo tampoco y es que sea un Adonis, así y que nos complementabamos. Tenía la misma edad que yo, ya con esa edad tenia una hija adulta e incluso una nieta. Parece ser que las mujeres de esa familia cuando notaba que el coño se les calentaba, rápidamente le daban uso. Su hija era una diosa morena con un culazo tremendo una cara diabólica, de esas que te follan con la mirada. Tenía una hija llamada Carolina, una adolescente que iba a ser mil veces súperior a su mamá, más bonita de cara y con unos pechos enormes para su edad. Por no hablaros de su culo, no había visto una chica tan joven con tanto culo, era precioso, como melocoton gigante y maduro. Un día quise entrar al baño y estaba ocupado, la pequeña Carolina se estaba secando el cuerpo tras una ducha, salir rápido de ahí pero me dio tiempo a ver ese fruto prohibido que era su culo. Jamás se me fue de la cabeza, pensaba día y no noche en esas nalgas perfectas, pese a que me decía a mi mismo que estaba mal pues era una niña y era nieta de mi pareja. No servirá de nada, ...
    ... me pasaba todo el día con mi polla durísima (que por cierto la tengo bastante grande, por no decir enorme) incluso me follaba a Rosa con furia pensando en Carolina, fantaseaba con un día poder abrirle esas nalgas y comerme todo lo que allí hubiese. Con el pasar de los dias, más obsesionado estaba y empecé a trazar un plan para poder verla otra vez desnuda o incluso llegar un paso más allá. Una tarde muy calurosa de verano, rosa y su hija salieron de compras y me dejaron a mi en casa con la misión de echarle un ojo a la niña, parecía ser que tenía un novio que no gustaba a. Su madre y desconfiaban de que lo llevara a casa, un día las escuché hablar de ello, decían que era negro, latino o algo así. Lo que me hizo gracia fue oír a su madre decir que los había pillado follando en su cama y que el chico tenía un pollón tremendo, que no sabía cómo le cabía eso a la niña, con la edad que tenía. Esa conversación hizo que sintiera muchas cosas, pero sobretodo rabia por la envidia que le tenía al negro pollón ese y me dio un morvazo increíble saber que Carolina ya cabalgaba pollas grandes. Eso fue lo que intensificaron mis ganas de ponerla en cuatro patas y clavársela hasta el amanecer. Elucubre mil maneras de hacerlo pero siempre había gente en casa, lo peor es que descubrí que Carolina solía andar en bata por la casa pero sin ni un un trozo de tela debajo, me di cuenta de eso un día que al cruzar las piernas en el sofá le acabe viendo todo el coño. Ahí ya fue cuando me volví loco, que ...
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