Mi obsesión por carolina
Fecha: 25/03/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Logaris, Fuente: SexoSinTabues
... recostado lo suficiente como para acercar mi polla a su coño, por unos centímetros no lo tocaba, solo tenía que dar un golpe de cintura y podía clavársela. Ella estaba muy metida en su libro y no se entraba de nada, mientras yo me la meneaba lentamente. Disfrutaba muchísimo con eso, sin poder tocarla, estaba a punto de correrme cuando oigo una respiración fuerte, la miro y veo que duerme, los dioses estaban de mi lado. No lo pensé dos veces, acerque mi polla a su coño perfecto y la restregué por el exterior, le daba golpecitos con el capullo y sentía el calor ardiente de su chochito, empecé a rozarla en su clítoris, ella gemía del gusto en sueños y yo a cada gemido incrementaba el ritmo, hasta que no pude más y probé a metersela un poco. He de decir que la cabeza de mi verga es cuatro veces más gorda que el resto, parecía un champiñón gigante creado para perforar. Finalmente la acerque a su coñito lentamente y se la empecé a meter, su interior árdia como el mismo infierno, era increíble notar como iba taladrando a Carolina con mi herramienta, lo hacía con esfuerzo por que lo tenía muy apretado y os recuerdo que mi polla es enorme. Cuando metí la cabeza entera, se la saqué de golpe y el ruido de vacío que hizo casi hace correrme, volví otra vez y se la volví a meter, esta vez más adentro. Estaba ...
... tan extasiado que no me di cuenta que se la había metido entera, mis ventiocho centímetros de largo y ocho y medio de grosor estaban dentro de Carolina, yo estaba muy asombrado de ver que le había entrado toda, hasta los cojones y no se había quejado. Al contrario, soltaba pequeños gemiditos mientras tenía mi polla dentro, quise deleitarme con la escena y la mantuve dentro, sin sacarla ni un milímetro, tampoco quería despertarla. Empecé el mete y saca despacito, suavemente, yo respiraba fuerte y ella gemía sutilmente mientras mi pollón entraba y salía de su coñito, por la excitación del momento no tarde mucho en correrme, no quise hacerlo dentro así que saque mi polla y me corrí en el exterior, le dejé el clítoris y los labios vaginales llenos de mi leche, fue el mejor orgasmo de mi vida, cuando acabe la limpie y le mire el coño, se le notaba muy abierto, el agujero que antes era minúsculo ahora lo tenía muy dilatado, ver esa imagen me la volvió a poner dura. Iba a metersela de nuevo cuando oí hablar a gente afuera, eran mi mujer y su hija, rápidamente le cerré las piernas a Carolina y la tape bien con su bata y me fui a la ducha. Mientras me duchaba rememoraba lo que acababa de pasar, solo pensarlo me tenía a cien. Aunque no estába satisfecho, quería más. Mucho más. Pero eso es otra historia. Fin.