1. La Soledad de los LLanos (Capitulo 12)


    Fecha: 06/04/2021, Categorías: No Consentido Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos

    ... hombres. En caso de presentarse cualquiera de los fugitivos los apresarían y llamarían al resto del grupo. El líder deLos Cordados ahora tenía“pajaritos” en pueblos y rancherías claves.
    
    ***
    
    Una camioneta a 120 km/h rompía el aire mientras un nervioso John Lee Cole conducía de regreso hasta Laredo. Transitaba la famosa carretera 83 Texana. No había tiempo que perder. El Gato reconoció que fue un error dejar su caballo en el rancho del viejo. Era una prueba contundente en su contra. Pero no podía darse el lujo de volver en su corcel. La situación era apremiante. Se requerían medidas extremas. El norteamericano trató de romper el hielo durante el tenso viaje. Su esposa y El Gato habían enmudecido.
    
    -¡so, didn’t know you speak english… im… surprised![1]-
    
    El Gato volteó su cara y mostró un desprecio evidente a la pregunta.
    
    -I’ve just killed 9 men in your backyard’s ranch… ¿and you’re surprised because “I speak English”?[2]-
    
    -¡well, actually you killed 8 men![3]-
    
    -¿how about if I make it 9 with you?[4]- expresó con fastidio el pistolero bilíngue.
    
    El rostro deLee Cole palideció ante el comentario peligroso del matón. Cerca de las 4 de la mañana se encontraban a unos cuantos kilómetros deRio Grande City;Inexplicablemente Rafael Garza Cantú le pidió al norteamericano que se detuviera en medio de la obscuridad. Al parecer el astuto pistolero conocía algún pasaje seguro por alguna parte del río. De inmediato bajó de la camioneta y emprendió la huida caminando. ...
    ... Jamás se volverían a encontrar estos dos hombres. Lee Cole regresaría a su tierra natal donde fue arrestado en septiembre de 1934 por cargos de contrabando y asesinato.
    
    ***
    
    EL MERO DÍA DE SAN JUAN
    
    Las sonoras notas de un violín ambientaban la parroquia deNuestra Señora de la Asunción. La esperada cita con aquella preciosa joven se aproximaba velozmente. El muchacho trató de distraerse un momento y por mera curiosidad preguntó porEsteban García. No recibió la respuesta que esperaba. Nadie mencionó el lugar de su residencia. La información más interesante que consiguió fue sobre unas tierras del empresario Jarocho enSan Rafael Veracruz. Luis recuperó su interés en el asunto y ahondó en el tema. Mencionó que era un excelente vaquero y probablemente podríatrabajar allí. Pero cuando descubrió queSan Rafael se encontraba a 160 kilómetros del puerto hizo una rabieta enorme.
    
    El fandango ya había comenzado. Lossones jarochos dominaron el recinto. El muchacho caminó sonriente entre la gente. Vivía una experiencia que nunca había tenido. Según Luis una fiesta con música tenía que incluir el acordeón y el bajo sexto, tal vez un mariachi. Pero nunca había presenciado la armonía de lajarana huasteca, la guitarra y el violín. Estaba emocionado ante tan peculiar ritmo. Aceptó que este género musical era mucho más alegre que los deprimentes valses norteños.
    
    Toda esa alegría que el joven percibió aquel Domingo 24 de junio de 1934, se tradujo en pensamientos maravillosos. Una vida ...
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