1. La Soledad de los LLanos (Capitulo 12)


    Fecha: 06/04/2021, Categorías: No Consentido Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos

    ... casa desde afuera. Nadie parecía darle mucha importancia; De hecho, ni siquiera se veía gente en las calles. Después de casi medio día de rondar su vivienda se decidió a entrar. Todo estaba tal y como lo había dejado. El olor a polvo y encierro le confirmó que nadie más había pisado el suelo de su hogar. Después de recorrer su casa se sentó en la cocina y meditó sobre lo sucedido enEl Refugio
    
    <<¿y ahora que chingados voy a hacer contra estos animales?>>
    
    Se quitó las botas y trató de descansar por un momento. 30 minutos después le tocaron a la puerta. Rafael se levantó como resorte. Al instante sacó su arma y después se deslizó por la parte lateral de la puerta. Observó a través de un agujero en la madera, pero no reconoció la silueta. De pronto,El Gato abrió la entrada y apuntó con su arma a un hombre quien asustado levantó las manos en señal de paz.
    
    -¡perate[5] sonso, soy yo Nacho¡-
    
    El pistolero suspiró y lo invitó a entrar
    
    -¿estás bien?- expresó Nacho.
    
    -si… ¿Que chingados quieres? por poco y te mato cabrón- respondió sudoroso el pistolero.
    
    -pos si, ya me di cuenta... ¿Oye cómo andas de trabajo?-
    
    -acabo de regresar de uno- contestó Garza.
    
    -¡te necesitamos para otro!- expresó Nacho.
    
    -¿Quién?-
    
    -Salome Ramos-
    
    -no lo conozco- respondió Rafael.
    
    -es un pinche huerco que me está robando en la tienda de abarrotes y desapareció-
    
    -¡ta gueno!-
    
    El dueño de la tienda describió los rasgos físicos del ladrón en cuestión y le dio sus ...
    ... referencias familiares. Acordaron el pago y un último renglón al encargo.
    
    -¡trae al huerco vivo…. quiero destrozarlo con mis propias manos!-
    
    ***
    
    El rabioso joven apresuró su caminar. Quitaba de su camino a las parejas que bailaban como a las personas alrededor. Cada paso le traía cientos de pensamientos. Se preguntaba como terminaría la inevitable batalla. La furia nubló su mente. No consideró un posible combate contra los 5 guardaespaldas de Esteban García. Se visualizaba confirmando el nombre de su rival y después le disparaba a quemarropa.
    
    <<¿Eres Esteban García?...¡Hasta nunca Esteban García!>>
    
    Sin embargo, la reacción de los guardaespaldas sería bestial. Su análisis de consecuencias le brindaba una sola respuesta.<<voy a morir, pero ese hijo de perra se va conmigo>>Hurgó dentro de su chamarra mientras caminaba. Acarició su revolver con la mano derecha. No obstante, sintió un gran vacío en su pecho. Esta vez no percibía lapresencia extrañaqué siempre lo acompañaba en momentos críticos.
    
    <<¿dónde está mi protección divina?>> se preguntó a sí mismo.
    
    El pistolero ya había tomado el arma. Estaba a menos de 10 metros de su víctima. De pronto, un último ataque de conciencia lo golpeó.
    
    <<estoy solo, me abandonó mi ángel, eso significa que estoy mal>>
    
    Abandonó su lado consciente y le dio entrada a la maldad. Se empeñó en terminar su trabajo por completo. Se plantó delante deDon Esteban García,pero sorpresivamente apareció un rostro conocido.
    
    -¡Hola ...
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